Capítulo XXX

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No pudiste ir a la universidad por esa semana

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No pudiste ir a la universidad por esa semana. Mucho menos ir a trabajar, tuviste que pedir permiso e inventar una excusa.

Aunque, ¿Qué se supone que dirías? Claro que tu amiga, Emy, sabía lo que te había pasado, mas o menos. Sólo le explicaste que tuviste un accidente con un ser extraño. Ella solo gritó sabiendo a lo que te referías, pues las historias de monstruos en las calles comenzaban a hacerse más fuertes. Y ahora no cabía duda de que eran reales. Al menos ahora que sabe que a ti te pasó, porque nunca ha visto ninguno.

Quitando eso de lado, Abril y Casey también se enteraron y llegaron corriendo al día siguiente solo para poder ver como estabas.

Te llevaron algunas cosas para comer y Casey te llevó flores bromeando sobre tu muerte. A nadie le pareció gracioso.

Ahora es fin de semana, habías descansado lo suficiente, aunque aún algo seguías débil. Por ello, los chicos trataban de hacer varias cosas por ti, porque por esos días, decidiste quedarte con ellos ya que no irías a trabajar o a estudiar.

Cómo nuevo día, te levantaste y una vez con tu ropa cambiada, fuiste a desayunar. Miguel Ángel se encargaba de eso, lo primero que hizo al verte por fin despierta fue correr a ti y besarte.

Sonreiste con dulzura al recibir su beso.

Miguel Ángel suele ser muy fanático del contacto físico, así que siempre está robándote besos y siempre te abraza o hace algo para eso.  Probablemente ese sea su lenguaje del amor. Sus besos suelen ser muy amoroso y llenos de entusiasmo. Y siempre son muchos, ya sabes un beso tras otro, todos cortitos, no muy duraderos, pero muchos.

—Que bien que estés despierta, te hice el desayuno. – Te mencionó luego de besarte.

—¿Qué es? – Preguntaste curiosa al sentir el delicioso aroma.

—Bueno, hoy tenemos pan tostado con palta y huevo, sé que te gusta eso. –

—¡¿De verdad?! – Miguel Ángel asintió orgulloso, demasiado orgulloso por lo que cocinó porque sabe que te encanta. Y ama hacerte feliz.

Donatello también salió detrás de Miguel Ángel, con una taza de café, con tú taza con café con leche. Justo como te gustaba.

A diferencia de Miguel Ángel, Donatello es más tímido y retraído con ciertas cosas, en este caso, el contacto físico. Pero no por eso no te da cariño y mimos. Solía hacerlo más en su cuarto, le daba vergüenza hacerlo frente a otros.

Sonreiste cuando su mano con cariño acunó tu rostro y besó suavemente tus labios. Él tenía sabor a café, pero uno amargo. Así que hiciste una extraña mueca antes de volver a besarlo.

Donatello es más suave, sus besos son delicados y tranquilos. Aunque descubriste que es más apasionado cuando están a solas. Era ver otra faceta de Donatello y amabas haberlo descubierto.

La Historia De Cuatro Chicos Enamorados TMNT -Bayverse- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora