Capítulo XXVII

1.6K 208 21
                                    

—¿Cómo les ha ido? – Preguntaste sentándote a un lado de Leonardo luego de llegar de la universidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cómo les ha ido? – Preguntaste sentándote a un lado de Leonardo luego de llegar de la universidad.

Leonardo sonrió al oírte. Había estado meditando un poco y no te había oído llegar.

Dejó esa pose recta y decidió mirarte, sonríendo al verte allí luego de que la noche que tuvieron. En su corazón, lo que dijo Miguel Ángel, tenía sentido.

Una vida a tu lado.

Imaginarse a si mismo contigo, como una pareja de casados era algo que definitivamente quería para un futuro. Uno no muy lejano.

Su mano acarició tu mejilla y se acercó para probar una vez más tus labios.

Estaban humectados. Eran dulces y Leonardo volvía a confirmar que eran exquisitos.

Reíste al sentir sus manos en tu cintura.

—Parece que alguien quería mis besos. – Dijiste separandote para verlo a los ojos.

—Siempre. – Admitió. Y volvió a darte un pequeño besito antes de seguir conversando.

—¿Y los demás? –

—Frustrados. – Contestó. —No puedo culparlos, lo que Donnie vió en su radar no eran Bebop y Rocksteady, eran otros mutantes y no sabemos porque se confundió. –

—Debe estar estresado. –

—Ha estado toda el día en el laboratorio intentando encontrar algo. Apenas comió y fue porque Mikey le dijo que te enojarías. –

Rodaste tus ojos y asentiste.

—Entiendo... Iré a verlo. Veré qué puedo hacer para ayudarlo. –

—Eso estaría genial, linda. –

Caminaste hasta el laboratorio de Donatello, quisiste tocar antes de pasar, sin embargo, él no te escuchó e intentaste hacerlo una vez más. Al no obtener respuesta una vez más, entraste.

Encontrando a Donatello sentado en una silla mientras revisaba algo en el microscopio.

Se relamió los labios concentrado en eso mientras tenía más objetos sobre la mesa y algunas cosas anotadas en su computadora.

—¿Donnie? – Lo llamaste con suavidad.

Soltó un suave respingo al oírte. Sorprendiéndose al verte allí.

La Historia De Cuatro Chicos Enamorados TMNT -Bayverse- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora