La Historia De Cuatro Chicos Enamorados TMNT -Bayverse-

Capítulo VII

—¿Es en serio? – Casey pregunta viendo como tomas un poco más de impulso y logras quitarle el disco de hockey. —¡Oye! – Te ríes cuando ves como comienza a perseguirte para evitar el punto que determinaría si ganarías o no.

Te reíste en una fuerte carcajada antes de tropezar y caer.

—¡Ja, ja, ja! ¡Por tamprosa! – Casey se desliza hasta ti, burlándose mientras te quita el disco y lo tira hacia tu arco para ganarte él.

—¡Oye! – Te quejas levantándote del hielo.

Casey se burla de ti.

—Vamos, T/N, no lo dejes tan fácil. –

Ibas a reclamarle, sin embargo, puedes oír unas voces super conocidas para ti, lo que hace que te detengas y miras hacia el techo de la pista, viendo cuatro sombras allí.

Sonríes y alzas tu mano saludando. Sabes quiénes son y te emociona verlos aquella noche.

Miguel Ángel es el primero en caer.

—¡Hola, preciosa! – Te toma en brazos aún deslizándose por el hielo pero sin caerse.

—¡Mikey! – Ríes abrazándolo.

—¡Ah, te extrañé tanto! – Su sonrisa contagiosa te hace reír, abrazándolo por el cuello para luego con cariño, besar su mejilla.

—Pero si nos vimos haces un semana. –

—¡Y fue eterna sin ti! – Finge llorar besando ahora él tu mejilla.

—¡Mikey! Ah, no puedo decirte que no. Yo también te extrañé. –

Logras oír detrás de él un carraspeo, una tos fingida para que mires hacia el otro lado, donde tus otros tres amigos tortugas estaban mirandote esperando también su saludo.

Casey ya había salido de la pista y ahora se estaba cambiando los patines por sus zapatillas mientras Abril hablaba de algo con él. Te ríes al verlo tan nervioso, se notaba mucho la tensión entre ellos dos.

—¡Donnie! – Te deslizas hacia él luego de que Mikey te dejara con cuidado sobre el hielo. —¡Adivina! –

Donatello se acerca a ti, agachándose un poco por la diferencia de estatura entre ustedes dos. Él sonríe con ternura al verte. Claro que sabía lo que le dirías, pero finge que no solo para verte molesta.

—¡Oh, vamos! Bueno... Ya que insistes tanto y no soy de rogar... ¡Tuve puntaje perfecto en el examen! –

—Obvio que ya lo sabía. Abril me lo dijo. –

—¡Pero...! ¡Abril, iba a ser una sorpresa! – Exclamas.

—Perdón, linda. Donnie estaba muy nervioso por tu nota. – Te respondió Abril encogiéndose de hombros.

—Bueno, fui la mejor nota. Y todo fue porque me ayudaste a estudiar. ¡De verdad muchas gracias, Donas! – Besas su mano con dulzura, Donatello solo asintió con vergüenza. Aún no podía acostumbrarse a la idea de que siempre eres tan cariñosa con ellos, que su corazón siempre late desenfrenado cada vez que tú lo hacías.

—Al menos eso demuestra que no eres una cabeza hueca. – Se burló Raphael.

—Deberíamos felicitarla por eso, se esforzó mucho por esa nota y se nota en su logro ese esfuerzo. – Mencionó Leonardo tocando suavemente tu mejilla.

Tus mejillas se tiñeron de rojo. Sintiendo tu corazón latir con fuerza cuando ves los ojos de los otros dos chicos tortugas viéndote con ese brillo característico de ellos. Te encantaba, siempre te ha fascinado eso.

—B-bueno... Solo fue una nota. – No puedes evitar también ponerte nerviosa cuando Raphael tocó tu cabeza como si fueras un perrito al que estuvieran felicitando.

—¡Ja! ¿Ahora te pones humilde? – Se ríe Casey burlándose de ti.

—¡Ay, cállate tramposo! –

Leonardo solo se rió antes de volver a ese semblante serio.

—¡Ah, si! ¿Pasó algo? – Preguntaste, púes, usualmente, ellos irían a tu casa para pasar el rato o tú irías a la de ellos, lo que era más común. Sin embargo, no esperabas verlos allí, no significaba que te molestara, te gustaba verlos luego de una semana... Y luego de lo que pasó. Pero si era un poco extraño.

—De hecho si, necesito que acompañes a Abril para sacar algo de información al TCRI. – Respondió Leonardo viendo como te emocionabas.

—¡¿Yo?! ¿De verdad? – Preguntas.

Y es que usualmente Leonardo se negaba a la idea de involucrarte en las misiones porque podrías salir herida. A pesar de que se negara y de que creyera que era peligroso. Entendió, de muy mala manera, de que esa tampoco era la idea de cuidarte. Luego de que lo hablaran y de que ellos se disculparan por hacerte sentir así, Leonardo se resignó a que no podía solo alejarte de ellos por temor.

El que estuviera alejada era mil veces peor.

Además, podían confiar en que Abril te cuidaría.

—Bueno, va a ver una fiesta en la recepción por su nueva apertura, así que nos meteremos e iremos a los computadores de allá arriba. – Mencionó Abril mientras te abrazaba con un solo brazo. Te sonrió y agregó —Y usaremos unos vestidos para mezclarnos, ya sabes. –

—¿Que tenemos que buscar? – Preguntaste saliendo de la pista para cambiarte.

—Se ha visto residuo de mutagéno en las calles y movimiento del Clan del Pie en el TCRI, creemos que el Clan ha vuelto a trabajar con Baxter Stockman para recrear el mutagéno que utilizaron en Bebop y Rocksteady.– Te responde Donatello tecleando unas cosas en su computadora holográfica.

—Oh... Entonces... ¿Crees que intente hacer más mutantes? –

—Bueno, son los principales sospechosos de los muantes que nos hemos encontrado. Así que, si. –

Te acercas a ellos.

—También irá Vern para ayudarnos a entrar porque no tenemos invitación. Ya sabes, la gente aún cree que él es el salvador de la ciudad. – Abril se encoge de hombros, asientes.

—Okey, okey. Me gusta la idea de ir. – Leonardo se rió por ese comentario.

—Podría ser peligroso. – Mencionó Leonardo.

—¿Y? –

—Eres tan brava cuando quieres.– Te dijo Raphael.

—¡Oh, no conoces nada! – Ríes.