⚠️ Relación poligamica. ⚠️
T/N y las tortugas tienen una relación un tanto extraña. Los cuatro la aman y ella ama a los cuatro.
Situaciones de cariño, ternura y amor entre estos cinco personajes mientras el mal los acecha.
T/N x TMNT (Bayverse)
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—Así no... – Donatello te volvió a regañar. Disculpándose de inmediato cuando se dió cuenta del tono que había utilizado contigo. No quería sonar duro y mucho menos que te deprimieras por no poder hacer bien los ejercicios.
Te volviste a quejar antes de suspirar.
—Sería más fácil si tuviera tu cerebro. – Te echaste en la silla, haciendo un puchero que Donatello encontró adorable. Pero negó tocando tu nariz con su dedo.
—No, solo debes poner atención. Es fácil. – Luego se te acercó más, podías sentir su respiración en tu oído. Te estremeciste y te negaste a mirarlo, podías sentir tus propio latidos desenfrenados al oírlo hablar con esa voz tan calmada mientras su mano tomabas tuya para volver a empezar con el ejercicio. —Yo te ayudaré. –
Tragaste duro antes de asentir con vergüenza.
Así estuvieron unos minutos más. Mientras evitabas verlo tan de cerca, pero sentías su cuerpo casi chocando con el tuyo mientras su voz te hacía cerrar los ojos solo por la vergüenza.
Tu rostro estaba rojo mientras intentabas prestar atención a lo que Donatello te decía.
—¿Lo entendiste? – Preguntó, llamando tu atención luego de que estuvieras ida.
Parpadeante confundida. Aunque Donatello vió tu rostro rojo y comprendió que estaba demasiado cerca.
—¡P-perdón! Perdón... No quise... – Se alejó un poco de ti, prefiriendo sentarse en frente de ti para no volver a incomodarte.
Pero es que no te incomodaba. Dios, es solo que te hacía sentir avergonzada.
Negaste.
—Yo... Creo que lo entendí. –
⊹⊹
Entraste a la guarida luego de dar el examen en el que tanto empeño habías puesto. Tirándote al sillón antes de agarra dun cojín y gritar con fuerza.
Te daba bastante igual que los chicos te vieran, de todas formas ya estabas acostumbrada a que vieran tus rabietas y tus ataques de llantos que luego de mucho tiempo, ese lugar se convirtió en tu lugar seguro.
Abril te vió entrar confundida al verte con el rostro rojo y sin saludar a nadie. Por eso caminó hasta el dojo, donde Leonardo se encontraba entrenado con su arma.
Con cuidado de acercó.
—¿Ocurre algo, Abril? – Preguntó Leonardo.
—Si, creo que sí. T/N llegó. – Leonardo asintió, entonces en cualquier momento aparecerías saltando sobre él para darle una sorpresa, aunque nunca funcionaba. —Pero estaba llorando. –
