Capítulo XXXIX

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Desde el camión "Tartaruga" mirabas atenta el movimiento de los chicos mientras ellos rondaban al rededor tuyo buscando aquel mutante

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Desde el camión "Tartaruga" mirabas atenta el movimiento de los chicos mientras ellos rondaban al rededor tuyo buscando aquel mutante. Casey salió del camión revisando los alrededores y tú junto a Abril, se encargaban de revisar si había señal de él gracias a que Donatello logró encontrar su huella y así rastrearlo.

Te sentaste un poco más cómoda en el asiento que Donatello había puesto en el camión, mirando las pantallas y a la vez, revisando que la señal no se perdiera para poder comunicarte con tus chicos y así avisarles.

Casey siguió mirando a su alrededor. No había nada realmente fuera de lo común. Incluso la agente Vincent esperaba a una distancia considerable para cuando lo capturaran y le dieran aquel antídoto.

Todo estaba perfectamente calculado, asique nada debía salir mal.

—Ugh, se está volviendo tedioso todo esto. – Dijo Casey entrando otra vez al camión. Te reiste en silencio de él. Porque tú, a diferencia de Casey, estabas impaciente y nerviosa por lo que pudiera suceder. —Ah verdad, tus novios están allá afuera. – Se burló él intentando así alivianar el ambiente. Claramente no funcionó mucho.

—¡Casey! – Lo retó Abril.

Suspirando, caminó hacia ti, pasando uno de sus brazos por tu hombro.

—Estarán bien, lo sabes. – Asientes.

Sabes que si, pero no evitaba que te preocupases, eran tus novios después de todo. Los chicos que te hacían sentir mil cosas y entre ellas, justo ahora, sentías miedo e incertidumbre.

Miras nuevamente la pantalla. No había mucho realmente.

—¿Cómo estás, T/N? – Oíste la voz de Leonardo en el comunicador.

Sonreiste al oírlo.

—¡Leo! Estamos bien con Casey y Abril, por ahora no hay nada en el radar. – Hablaste.

Miguel Ángel también se unió.

—¡Preciosa! ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Quieres que vaya? –

—Mikey, concéntrate. – Escuchaste a Leonardo.

—Está bien, Leo. – Dijiste con cariño. —Mikey, estamos bien, preocúpense por ustedes. – Dijiste, oyendo un "Ow" triste de Miguel Ángel. Probablemente estaba aburrido.

De repente, oyes el sonido de que algo anda cerca, el radar notó la presencia del mutante que andaban buscando.

—¡Chicos! ¡Chicos! ¡Está cerca! – Hablaste por el comunicador. Abril comenzó a ver de más cerca el radar, dándote la información.

—¿En dónde? – Preguntó Donatello.

—A unos dos kilómetros. Avanza con rápidez. – Dijo ella preocupada.

—Tengan cuidado. – Dijiste, no querías que al llegar, estuvieran heridos y derrotados como muchas veces.

Leonardo te dió unas palabras de consuelo, diciendo que estarían bien y que confiaras en ellos.

La Historia De Cuatro Chicos Enamorados TMNT -Bayverse- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora