CAPITULO 10

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EN MIS REDES

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Kylian

Me meto dos pastillas para el dolor que me quiere derribar en la cama, tengo mucho que manejar, tengo a mi esposa embarazada que no ha descansado mientras yo pensaba que es lo primero que estaba haciendo. Soy un imbécil al creer eso teniendo en cuenta que estamos hablando de Denisse.

Su ausencia, la cárcel y la soledad en esas cuatro paredes querían hacer de mi mente todo un juego, me sometía a batallas emocionales, llenas de pensamientos negativos que es por eso que comenzaba a disfrutar de las batallas que nos orquestaban. Era la manera para no pensar en nada que tuviera que ver con ellos, me concentraba en sobrevivir y eso me impulsaba a seguir con vida.

Ahora que estoy aquí me doy cuenta de todo lo que de verdad estaba haciendo mi mujer, es mucho trabajo para una mujer embarazada que por lo menos necesita un poco de descanso, mismo que se negaba a mi falta de presencia en este lugar. Tengo que continuar, no me voy a detener ahora que estoy fuera de esa pocilga.

Me adentro a la habitación de Henry, mismo que gira luego de terminar con una llamada y me toca el brazo sano para darme unas pequeñas palmadas en la espalda.

—¿Qué sabes ahora de la central?

—Todo está marchando bien, por lo que veo ya no hay rusos y tampoco soldados de la unión francesa atacando, se quedaron atrás.

—Tiene que ver con el hecho de que la Bratva está en este terreno y quieren matarnos.

—Es lo mismo que pensé, tenemos soldados ascendidos en Bretaña, bastante buenos que saben hacer su trabajo y reconocen por lo que nos estamos sometiendo.

—¿Todos dispuestos a pelear?

—Cada uno de ellos, los ataques de los rusos y de los franceses acabaron con familias de soldados que vivían en Bretaña, saben que su nación está en peligro y en este tipo de casos no se puede hacer nada más que luchar —comenta sereno—. Están dispuestos a todo.

Muevo la cabeza asintiendo, valorando la situación, soy el coronel de la institución que recién saca a relucir que tuvieron la valía de acabar con la Bratva, ahora se ve atacada y no estamos todos para salvaguardarla.

—¿Qué piensas?

—Tenemos que seguir todos en nuestros puestos, no puedo irme a Bretaña y dejarlos solos, está esperando a mi bebé y no voy a dejarla sola, lo que me dio a entender y es comprensible es que tiene que quedarse aquí para mantener la mafia en pie.

—Lo sé, también pensaba que lo mejor sería que se fueran a Bretaña, me hace sentir más seguro que ella y sus hijos estarán bien.

—No es posible, tenemos que seguir con nuestros puestos, si hasta el momento no he subido de rango es por una sola razón. —Me mira en tono a la expectativa, con los brazos cruzados ya sobre su pecho—. Si voy a quedarme como general del comando de Bretaña, será porque mi mujer se quedará como coronel, es la única manera en la que pueda subir.

—Entiendo —masculla—. No es posible ahora, es la dama del diamante negro, no puede tomar poder en la central, no porque no sea posible, sino porque es demasiado trabajo para ella que está embarazada.

—Lo sé, hablé con su doctora, dice que sigue siendo alarmante que no consiga dormir, eso puede afectarla a futuro.

—Tampoco la podemos culpar, no he dormido muy bien desde que Michelle se fue y sé que ya no la voy a recuperar como ella lo hizo por nosotros.

Un paraíso en ruinas #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora