Un paraíso en ruinas #2

CAPITULO 15

PRESIDENTE

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Denisse

Coloco los pendientes de perlas sobre mis orejas, como este era un evento importante, a Kylian no le importó llamar a Chanel para que vinieran las dependientas con racks de ropa y que escogiera lo que iba a utilizar esta noche. Opté por un vestido negro ceñido con botones dorados en los costados y pendientes de perlas junto con unos tacones slingback con la famosa punta en negro y lo demás en un tono claro o nude.

—Te ves muy bonita, mami.

—Gracias, bebé.

Doy una vuelta delante del espejo y me doy cuenta que lo que más destaca es mi cabello junto con el vientre que vaya que ya se me nota. Fue cuestión de poco tiempo, sin embargo, ella está aquí, mostrándose y haciéndome ver hermosa.

Ambos salimos de la habitación para toparnos con Kylian que se arregla la camisa y aguarda por nosotros. Hodge se quedará con Mason que se mantiene con su pijama, listo para quedarse con su mejor amigo.

Llaman a la puerta, viro en dirección de mi marido y nos quedamos igual porque no hemos mandado a llamar al servicio y mucho menos venimos con gente que podría estar en otros pisos. Cuando se asoma por la mirilla, voltea directamente a ver a Mason que parece igual de confundido.

—¿Por qué me miras así?

—Espero que no hayas tenido que ver con esto, Mason.

Abre la puerta luego de meter el código y Vance aparece delante de nosotros con una gabardina negra y sosteniendo la mano de una pequeña niña rubia de trenzas, quien lleva en su manito una caja de cartón con dibujos de chispitas de colores. A mano izquierda se encuentra una señora mayor y que nos mira desde la gentileza.

Vienen en son de paz.

—¿Qué necesitas, Vance?

—Calma que no he venido a detenerte, mucho menos a robarme a nadie o peor aún, a atacarte. —Se adentra a nuestro ático como si fuera suyo y la señora si es tan amable de presentarse con Kylian—. Romi, adelante.

—Lo siento, mi nieta quería venir a entregar un presente —dice la amable señora que al darle entrada, extiende su mano para presentarse—. Mindy, la abuela de Romi y la madre de los Cane.

—Mucho gusto, señora. Denisse Gauthier.

—¿Cómo mierda sabías que estábamos aquí?

—Killer, Killer, Killer —canturrea Vance que analiza el entorno, Hodge ya está sobre mi espalda y la de Mason procurándonos—. Soy el dueño de la ciudad, no me costó nada encontrar donde se hospedaban y claro está, que invertirías en una buena estadía de cinco estrellas.

Los dejo a ellos mientras veo la interacción de los pequeños, Romi tiene el peluche de ballena de Mason debajo del brazo y se precipita a él para tenderle la caja que cargaba.

—Toma, son popes de colores.

—No me gustan.

—Son de moras, dijiste que te gustaban las moras, creo que fue lo único que dijiste. —Me mira a mí y me sonríe—. Es un regalo, mi tía Tab hace unos muy ricos popes de colores.

—¿Cake pops?

—No, popes de colores, los pastelitos.

—Cupcakes —la corrige Vance que lo tengo cerca y Kylian me toma de la cintura para pegarme a su pecho—. Buenas noches, señora Gauthier.