CAPITULO 25

30.1K 1.7K 333
                                    

TORMENTA

✧------------♕

Kylian

La central es un asco, pero da lo mismo cuando todos se preparan para tener una zona exacta en la cual colocar cada féretro que le pertenece a cada soldado caído. En el caso de mi mamá, el suyo es gris como la tormenta, ella siempre catalogada de esa manera y siempre lo seguirá siendo.

Incluso sé que está presente cuando la tormenta se desata sobre nuestras cabezas. Todo se ha organizado en cuestión de nada, fuimos a casa, misma que ahora se siente fría y en la que Denisse tuvo que ayudarme a buscar mi ropa porque estuve más de una hora bajo el grifo tratando de entender que es lo que había pasado.

No había pulso. Ella se había ido.

No había pulso Kylian. Ella ya se fue. Ya no volverá.

Mantengo el paraguas sobre nosotros para que el agua no llegue a empaparnos, las palabras de Henry se hacen lejanas, Mason tira de mi pantalón y lo único que consigo hacer es repasarle la mano contra el cabello que se alborota un poco.

¿Qué fue lo que pasó?

¿Por qué me la quitó?

Mi pecho se comprime, intento respirar aunque la simple acción me quema los pulmones porque sé que no va a volver. En esta caída, yo sé que en esos féretros hay alguien de mi familia, una persona muy importante que nunca ha sido un soldado más.

Es... mi mamá.

Mis ojos comienzan a sufrir por la incomodidad que el pensamiento me provoca. Vuelvo a respirar sintiendo que el mundo se me está venciendo. Todo este tiempo hemos buscado la manera de darle su venganza, de trabajar juntos para que obtenga la justicia que se merece y haga pagar al hijo de perra que la traicionó.

No obstante, hoy que estoy parado aquí me doy cuenta que eso ya no es así. Podemos luchar por su causa, sin embargo, ya esta guerra se extendió. Ya todos los enemigos apuntan directo a nosotros y me han dejado en claro que vienen para quitarnos todo, para separarnos, para matarnos hasta que no quede un solo Gauthier de pie.

Una vez más la incomodidad en mi pecho es intensa.

Como si alguien dejara caer su peso en sus brazos y estos mismos están comprimiendo sobre mi tórax. No pensé que hoy fuera un día en el que me tendría que enfrentar a la partida de uno de los míos.

En el caso de Lorraine, sus restos yacían esparcidos por todo el sitio que ni siquiera tuvo la oportunidad de tener una despedida como estas. Deandre, el que murió por mi culpa, tampoco tuvo algo grande, ya que solo le entregaron la bandera y la placa de identificación a su madre.

No he pasado por esto y no pensé que sería hoy.

Hoy cuando tengo que despedir a la madre que siempre buscó mi bienestar, que luchó contra sus demonios, que volvió corriendo a mí a pesar de que la destrozaron porque siempre fui y seré su vida.

Ahora ella me deja, parte sin más, dejándonos en medio de esto.

¿De dónde tomo más fuerza? ¿Cuándo la volveré a ver?

¿Este es el castigo por todo lo que he jodido?

Byron es el segundo en pasar al atril para decir un par de palabras que tiemblan porque también fue de mucho impacto para él.

Sin embargo, no lo escucho, no escucho a nadie más que a mis propios pensamientos que siento que me van a terminar consumiendo en nada, que me van a debilitar y entonces ahí será el momento para que me maten.

Un paraíso en ruinas #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora