Un paraíso en ruinas #2

CAPITULO 30

KAGL

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Denisse

Han pasado unas buenas semanas, tengo siete meses de embarazo y la bebé parece que quiere llevarse la atención de todos, se mueve siempre con la intención de que me estén tocando la barriga para que se tranquilice, si no hay una sola mano en mi vientre, no deja de patear que hasta sería capaz de romperme las costillas.

Después de lo que pasó en esa noche, estuve una semana entera en la cama, terminé agotada y sin la habilidad de ponerme de pie sobre todo para que no vieran que caminaba raro.

Como ya me estoy poniendo más grande, literalmente la bebé me pesa mucho, sin embargo, tengo al mejor instructor con el cual hacer ejercicio y con el que termino haciendo cardio al final. Sé que no tiene que ir después de todo el ejercicio, pero es así nuestra rutina. Ejercicio y follar al final.

Termino de ducharme luego de la clase de hoy para que la tensión se liberara de mi cuerpo, estamos ya casi en la recta final, dos meses más para que esta pequeña nazca.

Por el lado del trabajo, hemos estando dándole paso a que los enemigos se refuercen un poco. Hace un mes, atacamos el gobierno chino, Jiang estaba muy equivocado y es que lo logramos destrozar aunque las estadísticas de Fausto revelaron que en realidad lo que podríamos haber provocado es alertar al gobierno ruso que es el más peligroso.

Ya alertamos a los de Estados Unidos, sobre todo con la intención para que se preparen, Arnold está sanando bastante bien, se nota que le sirvió la cura y el tratamiento que Julian le aplicó porque sus resultados han sido más que claros. Ya no padece de ningún cáncer, así que lo tendremos más tiempo de nuestro lado.

Termino de cambiarme, me apoyo de mi marido para que me ate las cintas de mi enterizo blanco que no tiene mangas, se amarra en el cuello y le da un aspecto bonito a todo mi cuerpo. Uso tenis de plataforma blancos de Dolce & Gabbana para sentirme cómoda mientras trabajo un poco.

Después de que Kylian me cogiera como demonio, me hizo saber que era importante que durmiera, era mi momento de aprovechar el descanso que podría tomar mientras él se encargaba del trabajo ya que cuando naciera la bebé iba a demandar mucho de nuestro tiempo y cabía la posibilidad de que a veces no durmiéramos.

—Mami, Cheetos se comió un sillón porque está de rebelde, se comió el sillón de Aslan y ahora parece que le debemos un sillón porque se fue de pompis al suelo cuando se sentó.

—Cheetos está en su etapa de adolescencia, tenemos que ser compasivos con él, aunque tenemos que instruirlo para que no haga más desastres en la casa, bebé.

—Y Cameron parece que le gusta perseguir a los soldados armados, ¿puedes creer que los mafiosos de aquí le tiene miedo a mis animales a pesar de que van armados y están todos fuertes?

—Cameron, Cheetos, Sky y Death están bien entrenados por ti, así que es evidente que van a tenerle miedo, bebé.

—Vamos al patio para tomar el desayuno —pide Kylian—. Ya todo está preparado para que desayunemos y continuemos con el trabajo.

—De acuerdo, papá, iré a preparar al abuelito.

Sale corriendo, yo me acerco a tomar el barco de mi marido para sostenerme de él mientras nos dirigimos hasta el patio donde ya hay una mesa enorme llena de delicias para comer por esta mañana.

—Nahid se recuperó bastante bien, está disfrutando de sus hijos y tratando de sanar lo de la perdida de su bebé.

—Lo sé, Kareem luce más centrado, tenía razón, era mejor que se apresurara para trasladarla porque la podía perder.