CUIDADOS
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Denisse
Tuve que irme de su habitación porque estaba sangrando de la pierna, encima, tenían que hacerle estudios para asegurarse que todo iba bien. Durmió tres horas más, así dándole el tiempo perfecto a Anto, Byron y papá para que vinieran corriendo a verlo. Hablaron con él por más de dos horas, los dejé que se extendieran, la herida en mi pierna no era muy grave, el problema es que se iba inflamando la zona por la adrenalina, el golpe y bueno, tenía que descansar.
A las seis de la mañana, Mason todavía no despierta, Hodge es quien tiene la encomienda de traerlo en el momento que despierte. Si no voy de manera personal es porque hay muchos temas de los cuales hablar, los que ya lo vieron tienen entendido que él no sabe nada, que no le he dicho lo del bebé y es bueno que lo hayan reservado.
Que me hayan dado la pequeña oportunidad de decírselo aunque sea en diferentes circunstancias se siente bien.
Vuelvo a adentrarme a la habitación con el equipo de limpieza en la mano para darle los cuidados necesarios que le aseguré a Lynn y Julian que le daría. Los soldados que ayer ocupamos para el enfrentamiento ya fueron curados por Gilda, así que todo está en orden, Aslan y Brixta son los que se encargan por el momento de todos los habitantes que resultaron heridos en el ataque.
Por un solo segundo o espero que horas, no quiero pensar en nada de eso, solo quiero que seamos él y yo.
Lo siento por completo en la camilla, dejando que atrape mi cadera con su mano sana que es la izquierda y tengo cuidado con el brazo vendado y doblado por la mitad de su abdomen. Tengo que descubrirlo para cubrir sus heridas con los medicamentos adecuados, la piel se ve mucho mejor que cuando llegó.
—Buenos días. —Deja caer la cabeza sobre mis pechos, suelto una ligera risa y le acaricio la parte de la nuca—. Las extrañé a ellas también.
—Lo sé. —Mi sonrisa pierde fuerza, hay algo que ninguno de los dos ha comentado, yo lo de la bebé y él, lo del abuso—. Amor, tenemos que hablar, lavarte y devolverte a la cama, ¿bien?
—No quiero hablar.
—Tenemos, estamos solos, es necesario... Mason todavía no despierta.
Eleva la mirada, con los ojos casi cerrados, las ojeras que lleva son tenues por todo el descanso que tuvo desde que llegó aquí.
—Lo siento si no llegué demasiado pronto, las cosas se complicaron, mi cabeza estaba en todos lados y fue imposible que le dedicara todo mi tiempo al rescate; sin embargo, lo intenté y fueron noches sin poder dormir. —Le saco las vendas del torso—. Lo siento, de verdad.
—¿Por qué demoraste, muñeca?
—En la central comenzaron a recibir muchas bajas, tuve que mandar a Antonella para que tomara el puesto de general, tú y papá no estaban, tenía que dominar esa parte y también la mafia. —Su mano sigue aferrada a mi cadera, solo la mueve cuando le tengo que quitar las vendas o las cintas—. Tuve reuniones, tuve que concentrar mi cabeza en hacer estrategias sensatas para que esto tampoco se viniera abajo.
—Por algo te dije que no quería hablar.
Tomo su mentón, durante este tiempo, cualquiera de nosotros nos encargábamos de asearlo no de manera total. Papá fue quien le recortó la barba como él siempre la llevaba.
—Sé todo lo que pasó, sé lo que hicieron, me mandaron grabaciones y... tampoco pude estar demasiado estable por todas las emociones que me estaban consumiendo.
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Un paraíso en ruinas #2
RomansDenisse ya no es la capitana de su propia tropa, es la reina de la mafia turca. Fue arrancada de los brazos de la persona que amaba, de su caos, del hombre que la hizo fuerte, poderosa y capaz de controlar cualquier bestia infernal. Los enemigos s...