TW: Menciones ligeras de maltrato infantil.
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Amelie bajo del tren con Augusta siguiéndola, a su lado caminaba su hermano nervioso por la presencia de su abuelo. Tan pronto como el tren se detuvo, se despidieron de sus amigos con rapidez, esperando verlos muy pronto.
En la estación con una mirada impaciente, estaba su abuelo esperándolos, junto a él se encontraba el pequeño elfo doméstico de la familia Rosier, quien inconscientemente trataba de alejarse de su amo.
Ambos niños arrastraron sus carritos con rapidez, no queriendo enfadar al hombre por su tardanza. Amelie se aseguró de guardar en su bolsillo el regalo de Sirius, lejos de la vista de su familia.
—Es un gusto verte de nuevo, abuelo—habló en cuanto estuvo de pie frente a él.
Alphonse acercó su mano hasta su cuello, rozando sus dedos en la cadena del collar que permanecía oculto bajo su ropa, como siempre.
La alejo de manera rápida cuando se dio cuenta de que seguía ahí, seguro de todo.
Orion quien no estaba de acuerdo con las palabras de su hermana, solo se quedó quieto en su lugar, sin atreverse hablar. El hombre les dio una simple mirada a ambos sin intenciones de interactuar, y movió su bastón de forma brusca para indicarle al elfo su deber.
—Andando, no tengo ganas de perder mi tiempo—murmuró con los dientes apretados, mirando con descontento a las demás familias.
Amelie no sabia la razón pero se veía un poco nervioso.
O quizás solo estaba alucinado.
De igual forma ninguno volvió hablar. Se quedaron en un silencio extraño. El pequeño elfo los hizo aparecer unos segundos despues de forma eficaz en la mansión Rosier.
Fue raro para Amelie volver a su casa después de tanto tiempo. El lugar se veía exactamente igual, nada había cambiado. Las escaleras principales seguían con aquel toque oscuro y terrorífico, el pasillo principal era tan elegante como siempre, incluso parecía tener el mismo brillo que hace un año.
Aun así, aquel sentimiento de extrañeza se hizo presente en su interior.
—Su madre los espera en la sala—habló el hombre mayor empujando a Orion con poca delicadeza para que se adelantara—. Muévanse, rápido.
Amelie miró de reojo como Amadeus tomaba sus maletas, seguramente para dejarlas en sus respectivos cuartos. Esperaba al menos, que Gus estuviera bien, su mascota solía ser un poco especial con los viajes de aparición.
Ambos adolescentes se abrieron paso hasta la sala principal donde se encontraron con su madre sentada en uno de los sillones cercanos. No podían verla porque estaba de espaldas, pero aún así podían sentir él aura molesta que irradiaba.
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"WONDERWALL; Hermione Granger"
Fantascienza❝ Y todos los caminos que tenemos que recorrer son tortuosos, y todas las luces que nos conducen allí nos están cegando. Hay muchas cosas que me gustaría decirte, pero no sé cómo❞ -𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐫𝐭𝐞, 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫. 𝐄𝐧 𝐜𝐮𝐞...