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23 de Noviembre
📍Doha, Qatar

Nayeli sonreía mientras veía a todos los Jugadores sonriendo, gracias a sus familias. La mujer le había, casi que rogado a Scaloni para que les permitiera a los familiares, visitar a los Futbolistas. El entrenador Argentino había accedido, ya que pensó que seria una buena idea para que los Jugadores se despejarán.

-¿me estás escuchando, Nayeli?- la nombrada miró a su hermano, quien la miraba con los ojos entrecerrados.

-¿qué?- preguntó.

-desde que llegué te noté rara a vos- dijo, mirándola algo preocupado.

-es que lo del partido me dejó un poco mal- Nayeli hizo una mueca de tristeza. -te juro que le tengo una re confianza a ellos, pero no sé. Empezar así es una mierda-

-te entiendo peque, pero tenés que tener la mente positiva así ellos se sienten apoyados y le metan la mejor de las ondas en el próximo partido- le dedicó una media sonrisa.

-¡Mami!, ¡Mami!, ¡Mami!- los gritos del menor hicieron que la mujer se diera vuelta. El pequeño llegó a dónde su madre estaba y abrazo las rodillas de la misma. -Oli me está peleando- sollozó.

La mujer rió y alzó a su pequeño. -¿Que le hicieron a mi bebé?- preguntó, haciendo un puchero fingido.

-yo estaba jugando con el tío Enzo y ella llegó y me dijo que, el tío Enzo ela de ella- explico el pequeño.

-¿Tío Enzo?- preguntó Sérgio, levantando una ceja.

-sip- de repente, el menor tenía una sonrisa.

La mujer miró a su hermano y se encogió de hombros. Bauti se removió para que se madre lo bajara. Cuando esta lo hizo, el corrió de nuevo a la mesa de la familia Fernández.

La mujer sonrió cuando vió a su hijo abrazando a la hija de Enzo. Tanto teatro al pedo hizo, pensó.

-¿Hola?- la voz de su hermano a sus espaldas, la hizo voltear de nuevo, el hombre estaba con su teléfono en la oreja. -si hijo. Dale, en cinco estamos allá- habló y dejo su teléfono en la mesa. -Sofi y Benja ya están acá- habló, Nayeli sonrió. -tenemos que ir a buscarlos así que, levanta el traste y moverte- bromeó y se ganó una mala mirada de su hermana.

-¿llevamos a Baty?- preguntó Nayeli, mirando hacia donde se encontraba su hijo.

-yo diría que no. Mejor que sea sorpresa- sugirió Sergio.

Los dos se levantaron de su lugar, y se acercaron a la mesa de Enzo.

-holas- saludó Nayeli sonriendo hacia la pareja.

-hola, vos debes ser Nayeli, ¿No?- preguntó la morocha.

-sisi, la misma- sonrió. -y vos debes ser la mina que lo tiene tan pollera a este- bromeó señalado con sus ojos a Enzo.

-eh, ¿Qué deci' vo'?- Nayeli rió y busco a su hijo con la mirada. Vió que estaba un poco alejado y supo que era el momento.

-¿Me harías un favor?- preguntó en dirección al morocho.

-te diría que no, pero como soy buena persona, aceptó- Nayeli rodó los ojos, sonriendo.

-yo con Sergio vamos a ir a buscar a mi sobrino y cuñada a el aeropuerto y no queremos que Baty se entere. Vos lo podés cuidar hasta que volvamos y, si pregunta por nosotros, le decís una mentirita- sonrió.

-sisi, tranqui- asintió.

La mujer le agradeció y, junto con su hermano, salieron de la universidad.

𝐁𝐚𝐮𝐭𝐢 || ᴊᴜʟɪᴀ́ɴ ᴀ́ʟᴠᴀʀᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora