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26 de Noviembre
📍Doha, Qatar

@nayeaguero_ [hace 10 min]

@nayeaguero_ [hace 10 min]

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Una vez más, madre e hijo se encontraban en los palcos del estadio, esperando por el nuevo partido que enfrentaría la Selección.

En las tribunas se lograba distinguir los clásicos colores de la Albiceleste y el color verde de los Mexicanos.

Este partido era de vida o muerte para la Scaloneta, si ganaban este partido dependían de ellos mismos para pasar de fase, pero si perdían, estaban en riesgo de decir adiós al mundial. Algo que ningún Argentino están listo para vivir. El, posiblemente, último mundial del Astro argentino y de muchos otros más ídolos, estaba en juego. Nayeli no estaba lista para ver llorar de nuevo a Leo. Después de todo el sacrificio que hicieron para estar acá, no creía posible la idea de que el sueño de todo el pueblo argentino, se esfume así como así.

A diferencia del partido anterior, ya no se encontraba con la familia del diez de la Selección, esta vez se encontraba con su hermano, cuñada, sobrino y con la hermosa compañía de la mujer e hija de Enzo Fernández.

La pequeña Olivia jugaba junto a Bauti mientras que, Valentina y Nayeli, hablaban de distintos temas con Sergio y su pareja. Benja participaba de vez en cuando en la charla de los mayores pero, a causa de sus nervios, no dejaba de mirar al campo de juego, esperando por la salida de los Jugadores.

-Oli y Bauti, vengan, ya entraron- habló emocionada Valentina.

Ambos nenes corrieron a los brazos de sus madres.

-papá, papá- repetía Olivia, mientras saludaba hacia los bancos de suplentes, dónde se encontraba Enzo.

-mami, otra vez lo dejaron a Juli en el banco- el menor giró su cabeza y miró a su madre con una mueca.

-tranquilo Baty, seguro después Lío lo poné- le sonrió a labios cerrados y su hijo asintió, no tan feliz.

Ambas Secciones se ubicaron para cantar los himnos respectivos. Una vez finalizaron los himnos, hicieron el saludo protocolar y cada jugador su ubico en el campo de juego.

Los nervios empezaron a atacar de nuevo a Nayeli, provocando que se removiera en su asiento. Empezó a sentir cosquilleo en su piernas, a sentir calor. Se sacó su buzo, con la esperanza de el calor se valla. Dejó la prenda en el respaldo de su asiento y se ubicó para disfrutar del encuentro.

-estas hecha todo una boti- la voz de la morocha hizo que Nayeli quitara su vista de los Futbolistas para mírala a ella.

-¿Ah?- preguntó confundida.

𝐁𝐚𝐮𝐭𝐢 || ᴊᴜʟɪᴀ́ɴ ᴀ́ʟᴠᴀʀᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora