Nayeli siempre se negó a volver a enamorarse después de lo que sufrió. Pero, quien dice si conociendo al hombre perfecto, esa idea se disipa.
Creo que en este caso el, "nunca digas nunca", queda perfecto...
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05 de Diciembre 📍Doha, Qatar
El día anterior, las familias, como ya era costumbre, habían ido a visitar a los jugadores. A los jugadores se los veía muy felices al poder festejar la alegría de estar en cuartos con sus seres queridos.
Nayeli había pasado toda la tarde con su hermano, mientras que el menor no se había despegado ni dos segundos del cordobés, había pasado toda la tarde con la familia Álvarez. Ante aquello, el Agüero mayor volvió a hacerse el ofendido, diciendo que el pequeño ya lo había cambiado, que no lo quería más y un montón de cosas más. La mujer no podía creer que su hermano, teniendo la edad que tenía, se comportara peor que un nene caprichoso de diez años.
Hoy, se había despertado por la llamada de la mujer del veinticuatro, su hijo no se encontraba en la habitación, por lo que supuso que estaba con Julián. Ya era costumbre del menor levantarse y, lo primero que hacia, era ir a la habitación del castaño.
Agarró su teléfono y deslizó su dedo en la pantalla, atendiendo la llamada. -hola, Valu- saludó, mientras se enderezaba para buscar sus pantuflas, soltando un bostezó debido a la hora.
-buenos días, preciosa. ¿Recién despertando?- soltó una leve risita.
-si- murmuró la Agüero.
-perdón si te levanté, bella durmiente- Nayeli soltó una risa nasal. -te quería preguntar si me quisieras acompañar a que pasemos un día de chicas-
-obvio que quiero, un día de chicas no se le niega a nadie-
-excelente, yo te aviso a qué hora te paso a buscar así nos vamos primero a merendar en un hermoso lugar y después, nos vamos a ir un ratito a la playa que está ahí cerca, ¿Te parece?-
-si, si. Déjame que hable con mi hermano para ver si él se puede quedar con Baty- dejó el teléfono en la cama y se acercó a buscar algo para cambiarse.
-dale, dale. Nos vemos en unas horitas entonces-
-nos vemos Valu, mándale unos besos a Olí- dejó la ropa en la cama y agarró su teléfono.
-yo se los doy, de mi parte también dale muchos besitos a Baty-
Ambas se despidieron y Nayeli se cambió para poder bajar a desayunar.
Cuando entró en el comedor, vió a su hijo sentado en una de las mesas.
-hola, mi principito- dejó un beso en la mejilla de su hijo y se acercó a las mujeres que atendían el comedor.
