1. Amor y dolor.

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Recibieron la primavera juntos sentado uno a lado del otro.
Yuuji tenía su cabeza recargada sobre el hombro de Sukuna.

Sukuna: No tienes porque hacer eso, podrían vernos y no quiero que la gente hable de más.

Yuuji: ¿Te molesta?

Sukuna: Por alguna razón no me molesta, nos conocimos hace dos meses cuando saqué tu trasero de la nieve y es extraño que después de poco tiempo tengas mucha confianza.

Yuuji: Me han dicho muchas veces en mi vida que soy inmaduro e ingenuo pero yo siento con toda seguridad en quien debo confiar.

Sukuna: Nuestras familias se han odiado por mucho tiempo y ahora somos amigos, ¿Esta amistad no debería ser mala?

Yuuji: Yo no te odio y sé que tú tampoco me odias.

Después de aquel encuentro en el invierno, ambos jóvenes se empezaron a conocer y conforme pasaban los días se volvieron más cercanos y se encontraban en muchos lugares e Yuuji no temía al hablar o expresar sus emociones así que así empezaron a tener una amistad. Para Sukuna Yuuji le parecía raro pero al pasar el tiempo se le hacía agradable y emocionante el heredero de los Itadori.

Ambos disfrutaban la compañía del otro pues ello los sacaba de la exigencias y tareas de sus familias y tanto así que los dos empezaban a sentir algo más que una simple amistad. Por su parte Yuuji estaba enamorado de Sukuna porque esté siempre lo protegía de los que lo querían molestar y lo trataba bien a comparación de los demás,  se sentía tranquilo y feliz estando cerca de él.
Sukuna era conocido por su mal genio y modo de actuar era bastante engreído, grosero y rudo pero con aquel chico Itadori era comprensivo, paciente y respetuoso, para él ese chico era una válvula de escape y se sentía cómodo con él.

Sukuna: Mis padres me preguntaron el porque porque de mis salidas y los mandé al diablo.

Yuuji: ¿Tu crees que se enteren de esta amistad?

Sukuna: Eso sería un problema pero podría manejarlos.

Yuuji: Yo no sé qué haría si mis padres supieran que me llevo bien con el hijo del clan enemigo.

Sukuna: Seguramente te ordenarán alejarte de mi y no te dejen salir pero si eso sucede tendré que ir a tu morada para verte, claramente pasando por encima de toda tu parentela.

Yuuji se rió por las palabras de Sukuna.

Yuuji: ¿De verdad harías eso?

Sukuna: ¿Te parece que bromeo?

Yuuji: Nop.

Ambos se sonrieron.

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Le encantaba recordar los buenos momentos del pasado.
Yuji Itadori se miraba en el espejo, pasaba las palmas de las manos por el kimono blanco que tenía algunas perlas bien distribuidas, sabía perfectamente su lugar como futuro progenitor y no dio queja al tener que usar el kimono blanco.

En unos cuantos minutos iba a unir su vida con la persona que había llegado a desear y amar tanto pero no se sentía alegre como cualquier novia en su día de boda y había una sencilla razón, el quería casarse con Sukuna su primer amor pero Sukuna no anhelaba lo mismo.

Doncella: Aquí estas, déjame acomodarte bien el kimono de atrás, me encontré al Señor Sukuna y me pidió que lo preparará bien porque no quería estar al lado de alguien que pareciera payaso.

Yuuji miro a la Doncella con vergüenza.

Doncella: Ya sabes como como es él,  no se guarda nada pero ya debes estar acostumbrado pues eres su novio.

UN ÚNICO ANHELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora