33. Deseo 🔥

316 40 10
                                        

Sukuna desayunaba, se había quedado en el palacio de su familia esos días.

Sra.Ryomen: ¿Cómo estás hijo?

Sukuna: Estoy bien madre.

Sra.Ryomen: Ay hijo mío, no se que voy a hacer contigo.

Sukuna: Te refieres a lo que pasó con Yuuji.

Sra.Ryomen: A eso me refiero, te dije que debías arreglar esa situación, no empeorarla.

Sukuna: Yuuji rebasó los límites, no dejaré que se salga con la suya.

Sra.Ryomen: No es eso, el ya se dio cuenta de como eres en realidad y ya no te quiere, pero ahora eres tu el que no quiere dejarlo.

Sukuna: Él solo tiene que darme un hijo y después será libre y podrá hacer lo que le venga en gana.

Sra.Ryomen: Yo también quiero que tenga a mi nieto pero no entiendo el porqué te nació el querer tener un bebé con él.

Sukuna: Quiero convertirme en un buen padre, saber que se siente tener un hijo, solo eso.

Sra.Ryomen: Claro, como cuando tenías 15 años y querías un caballo negro el cual perdiste 3 meses después en una montaña, también cuando cumpliste 18 que adquiriste un castillo enorme para terminar vendiéndolo a los 6 meses. Siempre has sido así.

Sukuna: Soy consciente de todo lo que hago, además, vengo de una prestigiosa familia y puedo hacer y tener lo que quiera, nunca me he limitado.

Sra.Ryomen: Antes eran cosas, objetos, ahora son personas, querías tanto a Yuuji, lo conseguiste después ya no y nos armaste un lío con ello.

Sukuna: Por favor madre, el que hace todo difícil es Yuuji.

Sra.Ryomen: No, eres tú, ahora quieres un hijo y cuando lo tengas pasará un tiempo y después ya no lo querrás, te conozco pero eso no pasará porque ese niño junto a Yuuji serán una prioridad para nuestra familia.

Sukuna: A mi Yuuji no me interesa.

Sra.Ryomen: Pues a mi sí, es tu esposo y tendra a tu hijo. Yo no estoy de acuerdo a que te divorcies de él.

Sukuna: Tampoco me importa lo que quieras.

Sra.Ryomen: Ya haz hecho mucho, ya no permitiré que hagas más, me encargaré de que nunca te puedas divorciar de él, controlare toda tu vida a partir de ahora, irás con Yuuji y si lo vuelves a herir, habrá consecuencias.

La madre de Sukuna se veía muy decidida y segura de lo que hablaba, Sukuna tembló, conocía a su madre ella era peor que él.

Sra.Ryomen: Ya no quiero más problemas, más escandalos y reclamos.

Sukuna: Veo que vas a aprovechar que mi padre ya no puede hacer nada.

Sra.Ryomen: Cayó en cama, no le queda mucho tiempo ahora yo debo asumir todo el trabajo y estoy preparada para ello.

Sukuna: ¿No debería ser yo quien deba hacerlo?

Sra.Ryomen: Tu no obtendrás esto hasta que cumplas con tu deber de darnos un heredero.

Sukuna apretó los dientes, su madre tenía razón.
Ahora más que nunca debía presionar a Yuuji con eso.

Sra.Ryomen: Vuelve a tu hogar, compórtate y cumple con tu parte.

Sukuna no dijo nada más, se marchó.

La madre de Sukuna le había mandado una carta a Uraume, con especificaciones.
La carta era la que acababa de recibir.

UN ÚNICO ANHELO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora