37. Felicidad y maldad.

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Yuuji estaba sentado en la cama a un lado de Satoru quien lo veía vestirse.

Satoru: No quisiera que te marcharas.

Yuuji: Yo tampoco quiero irme, pero así será hasta que podamos estar juntos.

Satoru: ¿Quién pensaría que el joven Yuuji Itadori haría esto?

Yuuji: Nadie lo sabrá, además lo hago contigo a quien amo.

Satoru se le acercó y le besó la mejilla.

Satoru: La próxima vez, nos quedaremos juntos en la cama, no importa cuanto tiempo pero así será.

Yuuji: Espero que así sea, ya debo irme.

Yuuji se terminó de arreglar y se sentó a un lado de Satoru para despedirse de él.

Yuuji: Te amo, gracias por estar conmigo.

Satoru: Para mi es un placer que me ames, cuídate mucho y puedes buscarme  cuando quieras, aquí estaré para ti.

Se dieron un largo besó, no querían separarse.

Yuuji estaba lleno de alegría.

Rato después Satoru salió para hablar con Yuta.

Yuta: ¿Ya se fue Yuuji?

Satoru: Si.

Yuta: Parece que las cosas van bien.

Satoru:Más de lo que te imaginas, a él le gusta estar conmigo y yo quiero acercarme más a él, debo separarlo rápidamente de Ryomen Sukuma.

Yuta: ¿Cómo harás eso?

Satoru: Tengo un plan y tu me vas a ayudar.

Yuta: Te escucho.

Satoru: Pero primero necesito transporte, voy a ir al palacio de los Ryomen.

Yuta: Bien, lo pediré.

Satoru: Gracias.

.    .    .    .     .

Yuuji paso a casa de su amiga Nobara, necesitaba más de aquella medicina pero no la encontró en casa, entonces decidió regresar al palacio.

Cuando llegó fue recibido por Sukuna.

Sukuna: ¿Donde diablos estabas?

Yuuji: Fui a ver a Yuta.

Sukuna: Tu amante.

Yuuji se sorprendió por lo que este dijo.

Yuuji: ¿Qué?

Sukuna: Eso es lo que sospecha Uraume.

Yuuji: Yo no tengo amante, Yuta es mi  amigo.

Sukuna: No necesito que me des explicaciones, no me interesa con quien estés, lo único que quiero saber es ¿porque diablos no estas embarazado?

Yuuji se puso nervioso.

Yuuji: No lo sé.

Sukuna: Yo he tomado la maldita medicina, así que ya no es problema mío.

Yuuji: Ha pasado poco tiempo desde que la tomas así que aún no ha hecho efecto.

Sukuna: Cállate, tu no eres médico.

Yuuji: Es cuestión de tiempo.

Sukuna: Pues espero que solo sea eso, más te vale.

Yuuji: ¿Ya puedo ir a mi habitación?

Sukuna: En la próxima cita, nos revisarán a ambos para saber cual es el problema.

Yuuji trago saliva pesadamente.

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