UN ÚNICO ANHELO

12.Camas Separadas

Todos los empleados entraron al comedor junto a Uraume y Sukuna.

Sukuna: Agradezco que todos esten aquí reunidos ya que a partir de ahora nos servirán y para ello debe seguir unas simples reglas.

Yuuji como todos los demás, miraban con intriga y atención a Sukuna.

Sukuna: En todo reino y palacio hay reglas y lineamientos, aquí no será la excepción así que escuchen con atención.
Los empleados solamente se dedicarán a hacer su trabajo,  no hagan nada más de lo necesario y tampoco se metan en asuntos importantes y privados, en sus contratos firmaron un acuerdo de confidencialidad y al violarlo habrá graves consecuencias.

Sukuna los miro a todos que asintieron ante sus palabras.

Sukuna: Aquí nadie es amigo de nadie, no aceptaré que quieran socializar en mi palacio ni con otros empleados ni con nosotros, tampoco deben interferir en algún problema, quien lo haga recibirá un castigo.
El palacio se cirra de las 11pm después de esa hora nada ni nadie entra o sale de aquí a excepción de que se trate de invitados importantes o una situación de emergencia.
Todo lo que pidamos Yuuji y yo se nos dará excepto hacer algo personal y problemático.
Si por alguna razón me llego a enterar que algún chisme aún por pequeño que sea haya salido de aquí tomaré medidas drásticas y habrá castigo.
Con todo lo que suceda aquí, no hagan preguntas porque no habrá respuestas, ustedes solo a lo suyo. ¿De acuerdo?

Todos respondieron afirmativamente.
Sukuna se acercó a Yuuji.

Sukuna: (sonriendo) ¿Estás de acuerdo Yuuji? ¿Tienes alguna petición?

Yuuji intentaba descifrar el porque Sukuna ordenaba todo aquello a los sirvientes.

Yuuji: Que Sea a las 10pm.

Sukuna: ¿Qué cosa?

Yuuji: El cierre del palacio sin excluidos nosotros.

Sukuna: Entiendo, ya lo oyeron.
Ahora pueden regresar a lo que estaban.

Todos se iban para dejarlos solos y Uraume también lo hacía.

Sukuna: Uraume.

Uraume se detuvo y volteo al llamado de su amo.

Uraume: Dígame.

Sukuna: Porque no nos sirves la cena y te sientas con nosotros, me gustaría que escucharas lo que hablaremos Yuuji y yo.

Yuuji: (Desconsertado) No creo que sea necesario.

Sukuna: ¿Porqué no? Es una conversación importante que quiero que haya un testigo y como Uraume es el encargado del personal debe estar enterado de esto.

Yuuji: No entiendo que es todo esto.

Sukuna: Esperemos a Uraume y lo sabrás. Date prisa Uraume.

Yuuji miraba serio a Sukuna, ¿Porqué su comportamiento tan raro?
Él se caso con él,  tuvieron intimidad y al llegar lo recibió con afecto ¿Tenía que hacer algo más para estar en paz con él?

Cuando Uraume coloco el último plato sobre la mesa y paso a tomar asiento Sukuna soltó las primeras palabras.

Sukuna: Ahora que los empleados conocen su posición y lo aceptan, me gustaría que Yuuji también tenga conocimiento de sus obligaciones y tareas.

Yuuji: ¡¿Qué?!

No creía estar escuchando bien.

Sukuna: No te alteres tanto, solo escucha.

Uraume empezó a sentirse incómodo.

Sukuna: Para empezar, no puedes salir solo del palacio y menos si quedas embarazado.
Debes centrarte en tus obligaciones como heredero de dos clanes importantes, aplícate en los asuntos de ambas familias.