2. Besos eternos.

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Cuando los clanes se enteraron de la amistad entre Sukuna e Yuuji no lo podían creer. Jamás pensaron que dos miembros importantes de ambos clanes entablaron cierta amistad.

Al principio fue difícil porque los obligaron a dejarse de hablar pero Sukuna siempre buscaba a Yuuji y al encontrarlo se lo llevaba para tener citas clandestinas con él en el bosque.
La familia Itadori ya no dejaba salir a su hijo para nada y los Ryomen no podían controlar a Sukuna.

Una vez más ambos jóvenes se escaparon al bosque.

Sukuna: Jajaja por más que lo intenten no podrán con nosotros.

Yuuji: Eso parece, espera te traje un regalo.

Yuuji sacó un pequeño costal de lana y se lo entregó a Sukuna.

Sukuna: ¿otro regalo? ¿Qué será esta vez?

Yuuji: Solo ábrelo.

Al abrirlo sacó un cuchillo de caza con un rubí incrustado en el mango y a parte un collar con una llave.

Yuuji: (feliz) Sé que te encantan los cuchillos, ese es muy valioso y el collar con la llevé es para que me salves.

Sukuna: ¿De que hablas? Con el simple cuchillo podría salvarte.

Yuuji: jaja no, la puerta de mi balcón la cierran siempre con llave, se puede abrir y cerrar por dentro y fuera. Me quedo atrapado y conseguí una copia para que cuando quieras puedas usarla para ir a verme.

Sukuna: Ya entiendo, es genial. Gracias.

Yuuji: Esto es como un cuento de fantasía.

Sukuna: Los cuentos son una payasada, esto es real y mucho mejor que esas baratijas escritas por estudiosos soñadores.

Ambos se sentaron en un tronco, donde siempre iban a esconderse de todos y de todo.
Yuuji estaba enamorado de Sukuna y cuando estaban solos su corazón latía desesperadamente que lo hacía ponerse ansioso.

Yuuji: ¿Crees que algún día nos logren separar por completo?

Sukuna: Me mató si lo logran, esto es lo único interesante que me ha pasado en toda mi aburrida vida.

Yuuji: Yo también no creo poder vivir sin ti.

Sukuna también se había enamorado de Yuuji solo que no deseaba ser rechazado por alguien más débil que él.
Ambos disfrutaban estar juntos y mucho porque no sabían hasta cuando les duraría todo así que también tenían que apresurarse a confesarse lo que sentían.

Después de lo dicho Sukuna miró fijamente a Yuuji.

Sukuna: ¿Lo dices en serio? ¿No podrías vivir sin mi?

Yuuji: Es en serio, no podría continuar.

Ambos se miraron fijamente, el sonido del viento lleno todo el espacio silencioso, Sukuna admiro el rostro del hermoso chico que tenía en frente y se percató que este le miraba los labios lo cual lo hizo ver los de él.
Era evidente lo que ambos querían hacer y sin pensarlo más, Sukuna tomó la cabeza de Yuuji para acercarlo más y poner sus labios sobre los de él.
Sukuna guió los movimientos de la boca de Yuuji para profundizar aquel beso que poco a poco los dejaba sin aliento, no querían romper con el beso que los unía por completo, Yuuji abrazo a Sukuna y este también lo hizo.

Cuando necesitaron aire se separaron, ambos estaban aturdidos y cansados por el beso tan largo y apasionado que se habían dado.
Se miraron sorprendidos por lo sucedido.

Yuuji: ¿A caso nos besamos?

Sukuna: Sí, eso hicimos. Nos besamos.

Yuuji: ¿Podemos hacer eso?

UN ÚNICO ANHELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora