UN ÚNICO ANHELO

20. Golpe de realidad.

Yuuji desayunaba en silencio, tenía una mirada sería, Sukuna aún no regresaba y eso le inquietaba.
Se había levantado más temprano de lo común, se arreglo con sus mejores ropas, se veía muy bien esa mañana, pensaba que todo estaba bien pero quería confirmarlo de una vez por todas.

Uraume: Joven Yuuji tiene un recado importante.

Yuuji: ¿De quien es el mensaje?

Uraume: De la prestigiosa Sra.Ryomen.

Yuuji: ¿Cuál es el mensaje?

Uraume: En dos días ella lo acompañará a una cita con el médico del clan para otra revisión.

Yuuji: Esta bien.

Uraume: Esperamos a que el resultado sea el esperado.

Yuuji acarició su vientre con anhelo, deseo que esta vez si hubiese quedado embarazado, necesitaba un refugio y tener a un bebé consigo le animaría mucho.

Yuuji: Confirma la cita.

Uraume: Claro, esta vez verá que dará fruto, es más, dicen que las embarazadas se ven muy hermosas durante los nueve meses y hoy usted se ve muy bien.

Yuuji sonrió, sintió alegría ante la posibilidad de crear una vida.

Yuuji: Iré a ver a mi madre para que esperé la noticia.

Uraume: Claro, le llamare a un guardián.

. . . .

Sukuna regresó al palacio.

Uraume: Bienvenido amo Sukuna.

Sukuna: ¿Dónde esta Yuuji?

Uraume: Fue al palacio de su madre.

Sukuna: Es temprano, creí que estaba desayunando.

Uraume: Sé levantó temprano, se vistió, desayunó y partió a donde su madre.

Sukuna: Preparen mi desayunó, iré a a ducharme, hoy solo quiero descansar.

Uraume: Sí amo.

Sukuna iba a caminar pero se quedó en silencio unos segundos más e hizo una pregunta.

Sukuna: ¿Le contaste lo que te pedí a Yuuji?

Uraume: Sí, lo creyó.

Sukuna: Muy bien.

Con una sonrisa en su rostro Sukuna subió las escaleras.

. . . .

Yuuji logró separarse del guardián y llegó al lugar donde estaría ubicada la academia para guerreros y camino por el lugar hasta encontrar a Yuta Okkotsu el cual al verlo se le acercó rápidamente.

Yuta: Tú eres el joven Yuuji Itadori ¿cierto?

Yuuji: Así es.

Después de saludarse cordialmente, Yuuji fue el grano.

Yuuji: Espero no molestarte con lo que te preguntaré.

Yuta: No es molestia, puedes preguntarme lo que quieras.

Yuuji: ¿Ayer tu y Sukuna trabajaron toda la noche?

Yuta hizo una cara de asombro.

Yuta: ¿Porqué esa pregunta?

Yuuji: Solo quiero saber si Sukuna estuvo trabajando contigo toda la noche.

Yuta capto lo que sucedía, suspiró y le dio una respuesta.

Yuta: No, ayer acabamos un poco después del anochecer y nos marchamos de aquí.

Yuuji se quedó inexpresivo y recordó lo que Satoru Gojo le había dicho: