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Cuando los primeros rayos de sol aparecieron ese nuevo día en aquella habitación de hospital aún se encontraban ellos dos despiertos, sin querer dormirse.

Jungkook se encargó de llamar a las enfermeras en ese momento para que revisaran el estado de salud del rubio y que le proporcionarán algo de comida, sobretodo agua.

El ambiente era cómodo entre ambos, aún pudiendo notarse la preocupación que tenía el menor.

– ¿qué te pasa mi pequeño ángel? Sé que no estás así por lo de tu padre.

Hubo un silencio, dónde Taehyung observaba sus manos entrelazadas, sintiendo las caricias que el contrario hacía para transmitirle seguridad y confianza.

– Jungkook, sabes que lo nuestro es...complicado, ¿verdad? – el mayor asintió, sin interrumpirle para permitir que se desahogara. – No nos conocemos mucho en realidad, yo soy tu alumno y menor de edad.

– Bueno, no es muy complicado entonces. ¿Quieres que nos conozcamos más? Prepararé todas las citas que sean necesarias cuando te recuperes para que me conozcas totalmente y para yo conocerte a ti. – murmuró, con una pequeña sonrisa mientras sostenía su mano. – Sobre lo de ser tu maestro no puedo hacer mucho, pero posiblemente solo sea por este año y no por eso va a ser diferente en la universidad. Y por último, siempre podemos ir a otro país que no sea Corea, en muchos otros países del mundo ya eres mayor de edad y totalmente legal.

Kim reía mientras un sonrojo inundaba sus mejillas. – ¿Y la diferencia de edad? Son más de 10 años, ¿falsificaras tu fecha de nacimiento por mí? – alzó sus cejas, mirándole con cierta burla.

– Por supuesto, todo por mi pequeño ángel. – informó, soltando una carcajada. – Es más, si hace falta para que me permitas estar contigo haré una máquina que rejuvenezca a las personas, restándole años de su edad.

Taehyung negó con su cabeza pegándole un leve golpe al mayor.
No sabía si lo que pasaba entre ambos tendría un buen final, pero hasta entonces iba a aferrarse a la idea de que en ese momento no estaba solo, de que en ese instante tenía a Jungkook.

El momento que ambos jóvenes estaban viviendo fue interrumpido por la presencia de terceros en la habitación, los cuales los miraban con cierta curiosidad.

– Disculpen, venimos aquí para hacer unas cuantas preguntas a Kim Taehyung. – comentó el oficial de policía, haciendo que el rubio comenzará a ser consciente de su realidad y lo que le esperaba.

Asintiendo, Kim retiró su mano de la de Jungkook, para evitarle problemas a este mientras esperaba que los oficiales comenzarán su interrogatorio.

– Antes que nada esperamos que se recupere completamente cuánto antes, pero también debemos averiguar quién fue el causante de su estado actual. – Jeon mantenía su mirada fija en el estudiante, por si presentaba algún indicio de incomodidad o malestar pedirle a los oficiales que volvieran en otro momento. – Por lo que hemos averiguado usted sufre un caso de violencia doméstica, ¿cierto?

Mantuvo su mirada en sus manos mientras asentía levemente, no podía creer lo que estaba haciendo, iba a denunciar a su padre, a ese hombre que había querido tanto y él, aún no se sentía preparado para eso.

Miro a Jungkook, necesitando escapar de su realidad aunque fuera por unos simples segundos. No estaba preparado, no estaba listo para admitir que su padre nunca sintió cariño por él, no estaba listo para admitir que su padre nunca lo vio cómo a un hijo.

Por su parte, Jeon parecía entender lo que sucedía con el rubio, por lo que levantándose pidió a los oficiales que volvieran en otro momento, que Taehyung aún debía recuperarse y sentirse listo para poner la denuncia.
Después de eso, se volvió a sentar en el asiento al lado de la camilla del menor, tomando de nuevo una de sus manos.

– No puedo, simplemente no puedo... – susurró, mientras su labio inferior temblaba ligeramente por el llanto que se aproximaba.

El mayor sin decir ni una sola palabra lo envolvió entre sus brazos, dándole caricias por toda su espalda para tranquilizarle.

– Está bien, no debes hacerlo ahora, puede ser en cualquier momento, cuándo te sientas listo. – dejo un pequeño beso en su cabeza al mismo tiempo que el menor se refugiaba en su pecho. – No estás solo ahora, no tengas miedo.

Jungkook intentaba que Taehyung supiera que lo tenía él, que no estaba solo y que nunca más lo estaría, pero Kim no podía afrontarlo.

Siempre la puerta de su jaula había estado cerrada con innumerables obstáculos para ser abierta, pero ahora que parecía tener su puerta despejada completamente el pobre ángel no era capaz de retomar su vuelo y regresa a su hogar, el cielo.

El ángel siempre había vivido en el infierno y ahora que tenía la oportunidad de descubrir su verdadero hogar y lo que realmente se merecía dudaba de estar preparado para eso.
Porqué Taehyung nunca conoció lo que era el cielo y su desconocimiento era su peor enemigo.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2023 ⏰

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