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Ambos protagonistas se encontraban en la dirección que el menor había anotado, siendo esta una pequeña cabaña de madera escondida de cierto modo.

En el transcurso del viaje Taehyung le había contando al pelinegro cómo había descubierto esa información además de mostrarle los papeles iniciales.

– ¿Y qué se supone que tiene que haber en una cabaña a la que no podemos entrar? – Taehyung comentó algo desilusionado mientras bajaba del vehículo.

Soltando una sonora risa, Jungkook también salió del auto a la vez que cerraba este. – ¿Qué esperabas encontrarte? A mí me sorprende de por si que hayamos encontrado una cabaña.

Taehyung ignoró las burlas del mayor, dirigiéndose a la cabaña y mirando alrededor con cierta curiosidad.

Por suerte para ambos cuándo llegaron al lugar aún tenían los últimos rayos de sol alumbrando hacia la dirección donde se encontraban.

Jeon en vez de fijarse en la cabaña que estaba delante tenía firme su mirada sobre aquel rubio en busca de descubrir algún misterio, vigilando que no le pasará nada aún mantenimiento las distancias con él.

Cuando el menor se cansó de investigar los alrededores sin encontrar algo que llamara su atención decidió intentar entrar en esa cabaña.

– ¿Te recuerdo que es un delito o ya lo sabes? – le preguntó sosteniendo la muñeca del rubio para evitar que entrara al sitio.

Kim miro a los ojos contrarios con reproche, no estando de acuerdo con la opinión que tenía el mayor. – es solo revisar si la puerta está abierta, no pienso forzarla o algo parecido.

– Aún con la puerta abierta sigue siendo un delito, de hecho es allanamiento de morada, así que no deberíamos entrar.

Tristemente para Jungkook, el menor era igual o incluso más terco que él, por lo que negándose a haber venido aquí en vano se soltó del agarre del contrario y se dirigió a la puerta que tenía frente suya.

Al principio, la puerta parecía estar cerrada, pero cuando Jungkook observó la expresión de tristeza en la cara del menor se acercó a esta, para que con un pequeño forcejeo acabará siendo abierta.

– ¿No que era "allanamiento de morada"? – dijo en un tono burlesco, intentando meterse con el mayor, aunque él simplemente negara con su cabeza y entrará primero al domicilio.

Al Jungkook entrar aseguró la zona por si había alguna persona asumir él la responsabilidad de haber entrado de esa forma en la cabaña, pero como esperaba el lugar estaba abandonado.
Detrás de él, un pequeño rubio entró con rapidez a la cabaña, intentando revisar cada rincón en busca de algo que pudiera serle de utilidad.

La cabaña en su interior estaba amueblada con muebles deteriorados, pudiendo adivinar por la cantidad de polvo que tenía todo el tiempo que había sido abandonada la vivienda. 

Taehyung seguía adentrándose más, intentando buscar cualquier cosa que pudiera servir de pista, aunque realmente ni él mismo sabía lo que estaba buscando. Después de un rato, su mirada se fijo en una carpeta, decidiendo en el momento que tomaría esta prestada para más tarde revisar que contenía su interior.

Algo decepcionado por la escasez de información volvió junto al mayor, él cuál se había mantenido en la entrada esperando a que su alumno investigara. – No pude encontrar mucho, solo una carpeta, pero creo que será mejor revisarla en tu casa.

Jungkook, asintiendo, salió de la cabaña dirigiéndose a su auto, esperando que el menor subiera a este.

Cuándo comenzaron un camino de vuelta a la casa del pelinegro, los últimos rallos de sol del día, esos que habían sido sus compañeros de aventura, comenzaban a ocultarse, dando paso a un colorido atardecer para que finalmente Seúl se sumergiera en la oscuridad de la noche.

Estaban tranquilos, no dándole el valor que merecía esa carpeta con archivos, porque habían dejado pasar un detalle muy importante y por eso, posiblemente, tendrían que pagar un precio en el futuro.

Ambos cometiendo el mismo error, no pensando en el objetivo detrás de la persona que estaba dejando las pistas, no dándose cuenta que estaban dirigiéndose a una trampa, pero ya era tarde y el juego solo acababa de iniciar, un juego que para ellos solo era una simple investigación, pero que para la mente maestra detrás de él era toda una masacre.

De ese modo, ese día dio comienzo a algo que ellos aún no sabían, pero que iban a tener que afrontar juntos, siendo eso una ventaja o capaz la causa de su sufrimiento.

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