00

945 54 4
                                    


• Robert Lewandowski x Pablo Gavira.

• UNDERAGE (No hay relaciones entre la pareja hasta que Gavi es mayor de edad, pero si hay insinuaciones, besos y masturbación).

• He decido volver a subir este y mis otros trabajos Lewavi ya que esta pareja marcó una etapa muy importante en mi vida y me entristece haberla abandonado tanto. De todos modos, en AO3 me encuentran como xSigrunx.

• Recuerden que todo aquí es ficción, solo comparto la historia por entretenimiento. Viendo la historia un año después, creo que pude manejarla de mejor manera en diversos puntos, pero le tengo demasiado cariño para hacer los cambios necesarios para mejorarla. Por favor, eviten dejar comentarios insultando de alguna manera lo aquí plasmado, ya que solo es ficción que no daña a nadie.

[ • 🐇 • ]

La cosa de "las almas gemelas" seguía siendo un fenómeno imposible de explicar por los científicos. Nadie tenía una explicación de en que momento aparecieron en la humanidad, su manera de comportarse era mucho más mágica que razonable.

Pero aún así, todos soñaban con el día que su alma gemela estuviera con ellos. Alrededor de los cinco años de edad, las iniciales de su pareja aparecerán en su muñeca izquierda. Durante toda su vida desde entonces, todo lo que dibujen en su brazo izquierdo se reflejará en el de su alma gemela.

Cuando Robert cumplió cinco años, se despertaba todos los días mirando su brazo, esperando emocionado ver las letras grabadas ahí.

Y esperó.

Y esperó.

Y esperó todavía más.

Pero cuando pasaron dos años, su entusiasmo se desvaneció. Su corazón se llenó de decepción al saber que no tenía una marca y durante algunos años, cargó con eso con gran pesar.

Mientras crecía, se convenció a sí mismo de que estaba perfectamente bien así, era mejor no tener un alma gemela a quien esperar. Aunque su corazón siguiera vacío y lleno de desilusión infantil.

A los dieciséis años, tuvo que mudarse junto con su familia a un nuevo lugar. Un vecindario agradable dónde las casas compartían la misma estructura blanca y no estaban muy lejos de las otras.

Sus vecinos eran una pareja agradable con bebé muy pequeño. Robert solo los saludaba de lejos cuando llegaba a verlos, un poco curioso por el pequeño de cabello chocolate que se aferraba a su mamá con fuerza.

A veces aún pensaba en su alma gemela, pasando una mano sobre la piel de su brazo, preguntándose que estaba mal con él para no merecer a nadie.

A veces pensaba en eso, en las fiestas a las que iba los fines de semana, mientras se besaba con alguna chica linda que había llamado su atención.

¿Por qué no tenía un alma gemela?

La pregunta abandonó su mente al cumplir diecinueve años. Cubría siempre la zona de su muñeca con pulseras, para evitar dar explicaciones de porque su brazo estaba vacío.

Estuvo en relaciones en las que no podía dejar todo su corazón, sobretodo al ver la tinta resplandecer sobre sus muñecas. Siempre evadiendo la pregunta sobre su alma gemela, ignorando el dolor.

Se acostumbro, con el tiempo. Se hizo a la idea de que tal vez podría encontrar a otra persona que tampoco tuviera una marca, estarían bien.

Estaría bien.

Ahora, cerca de cumplir veintiun años de edad, la cosa de la otra mitad de su alma ocupa un pequeño rincón en el fondo de su mente. Mucho más preocupado por asistir a la universidad para conseguir un lugar en la empresa de su padre.

BunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora