ingobernable || Mattheo Riddle

1

Charlotte

Perdí el tren. No me lo podía creer.

—¡Por tu culpa! ¡Es que siempre igual, Charlotte!— me regañaba mi hermano mellizo.

—¡No ha sido mi culpa!— le contesté de la misma forma. —No es culpa mía que me baje la menstruación cinco minutos antes de que salga el tren. Y además, íbamos con tiempo, solo que te has entretenido hablando con Harry.

—Es que lo tenía que saludar, tengo que llevarme bien con "el elegido"— dijo esto último con burla, me reí y le di un pequeño puño en el hombro, en broma.

—Estas cosas solo os pasan a vosotros—decía Hagrid mientras nos llevaba en su coche volador.

—Muchas gracias, Hagrid. Si no fuera por ti, no hubiéramos podido ir hasta la escuela.— Agradeció Adam que estaba a su vera, de copiloto.

—Habéis tenido suerte de que pasaba por allí. Y de que erais vosotros. Llega a ser Malfoy, y lo dejo en la estación.— Todos soltamos una carcajada ante su comentario.

Malfoy no es que fuese muy simpático con todo el mundo, solo lo era con los Slytherin, y a veces ni eso. Tiene un grupo muy cerrado de amigos. Nosotros ahora somos muy buenos amigos, pero al principio, nos odiábamos.

Llegamos a la escuela. Y fuimos directamente a nuestras salas comunes, ya que era bastante tarde y todos habían cenado. Mi hermano se fue a la de Hufflepuff, y yo a la de Slytherin. Y sí, estamos en diferentes casas, es raro porque somos familia y normalmente suelen estar en la misma, pero el sombrero seleccionador lo quiso así. Siempre me dicen que soy la oveja negra de mi familia, ya que todos son Hufflepuff y yo no.

Nada más entrar a la sala común pude ver a Draco, Pansy, Astoria, Tom y Blaise. El resto supuse que estaban ya durmiendo.

—¡No me lo puedo creer! Mi pequeña Lupin— se abalanzó hacía mis brazos Draco dándome un fuerte abrazo.

—Me alegro de verte, Malfoy— sonreí al responderle el abrazo.

—Pensamos que no vendrías, ya que no estabas en el tren, ni en la cena— dijo Blaise tras levantarse y abrazarme. Tom también me abrazó, y Pansy me sonrió desde el sitio.

—¿Qué tal, Lupin?— me saludó desde su sitio Astoria, con un tono bastante arrogante.

—Genial— contesté con una sonrisa falsa.

Después de unos minutos charlando sobre nuestros verano, los nuevos alumnos, las nuevas asignaturas, nuevos profesores, amores, rupturas... decidí irme a dormir, ya que estaba muy cansada. Fue un día muy largo.

—Bueno, chicos, me voy a dormir. He tenido un viaje muy ajetreado. Buenas noches.

—Buenas noches, Char— contestó Draco. El resto también se retiró a sus habitaciones.

A la mañana siguiente, agarré mi agenda y los libros de las asignaturas que tenía ese día.

Tenía historia de la magia, herbología, astronomía, un pequeño descanso, defensa contra las artes oscuras, pociones, y transformaciones.

Me dirigí hacía mi primera clase, que fue una gran tentación para dormirme en ella, ya que además de que no me enteraba de nada y era muy aburrida, tenía muchísimo sueño. Herbología fue bastante bien, es una clase muy entretenida, en la que coincidí con Ron y Hermione. Astronomía, fue un poco aburrida, pero al final fue interesante.

Llegó la hora del descanso y fui hacía el jardín de fuera, donde se suele sentar todo el mundo. Localicé a mis amigos y antes de llegar, se me cruzó Dean.