ingobernable || Mattheo Riddle

14

Charlotte

Me dirigí a mi primera clase de la mañana. Odiaba los lunes, y ese más aún porque vería a Mattheo en defensa contra las artes oscuras, y no sabía como íbamos a estar después de lo que pasó en la fiesta.

Me tocaba la asignatura de estudios muggles, y apareció allí Mattheo. No me acordaba que estaba en aquella clase.

—Queridos jóvenes magos, en la clase de hoy, haréis una expresión de vuestros sentimientos— anunció Aurora, la profesora. Fruncí el ceño, no me esperaba aquella actividad.

—¿Redacción de nuestros sentimientos? Profesora, es clase de estudios muggles... — dijo Granger.

—Los muggles tienen una carrera que estudia los sentimientos, y eso es lo que haremos. Quiero que me habléis de vuestros sentimientos respecto a algún tema que os asociaré por grupos.

—¿Sobre un problema inventado?— pregunté.

—Efectivamente. Os diré problemas o temas, y vuestros sentimientos respecto a esos temas o cómo llevarías ciertos problemas.

—¿Y los grupos? ¿Cuáles son?— preguntó, de nuevo, Hermione.

—He hecho cuatro grupos, de cuatro alumnos por grupo. Mientras vaya diciendo los grupos, ir agrupándoos en las mesas redondas.

Lo que más me gustaba de esta asignatura era la profesora, ya que era muy innovadora, y sacaba mucho partido a la asignatura. Contando en que apenas nadie le mostraba interés, por el gran odio a los muggles.

—Primer grupo: Hermione, Astoria, Lorenzo y Dean; segundo: Ron, Cho, Cedric y Oliver; tercero: Charlotte, Sophia, Fred y Neville; y por último: Pansy, Theodore, Luna y Seamus.

Me senté junto a mi grupo, estaba bastante contenta con ellos.

—Perdone, pero a mí no me has nombrado— dijo Mattheo.

—Uy. Es cierto, me olvidé.— Chequeó su libreta.—Te puedes juntar con... ¡Con el grupo de Charlotte!

No me lo podía creer. El universo siempre iba en mi contra. Lo miré y vi como abrió los ojos como platos, aunque se sentó junto a nosotros sin rechistar.

—Bien, me iré pasando por vuestras mesas diciéndoos vuestras temáticas.

—¡Adoro esta forma de dar estudios muggles!— comentó la rubia.

—Pues yo no creo que tengamos que dar esto, no sirve para nada— dijo Fred.

—Yo si creo que sirve. Estudiar los sentimientos es fundamental, para comprender nuestra psicología, manejar nuestras emociones, y
promover la salud mental—. Dije.

—Buena reflexión, pero no creo que sea así— me contestó Mattheo.

—Entonces, ¿qué?

—Los sentimientos nos los deberíamos de guardar para nosotros, y en cuanto menos pensemos en ellos, mejor. Eso solo son tonterías de muggles.

—También es importante en el mundo mágico, Riddle. Aquí todo tiene conexión con los sentimientos. Sino, cómo conjuras tu patronus, pues con un recuerdo sentimental.

—Si tu lo dices...

—Bueno, pequeños magos. A vosotros os va a tocar hablar del amor y el odio—. Comentó la profesora al acercarse a la mesa redonda dónde estábamos sentados los cinco. 

—¿En que sentido?—. Preguntó Neville.

—Hacia las cosas, o bueno, hacia las personas también—. Contestó la profesora.