8

518 23 0
                                    

Charlotte

—Tía, Draco me ha dicho de ir al bosque prohibido esta tarde, y que tiene una sorpresa para mí— contaba emocionada Sophia.

—Sabía que no iba a ser un simple beso. Tenéis futuro— la señalé. Ella reía nerviosa.

—No sé ni que ponerme.— Puso sus manos sobre su cabeza.

—Ponte algo cómodo pero que vayas a la vez guapa.

—¿Un mono?— dudó.

—Mm... No. Algo más... potente.

—¿Cómo qué?

—¿Una falda y una camiseta?

—Puede ser una opción— lo apuntó en una libreta de notas que llevaba encima.— Además, para hacer lo que sea no me la tiene que quitar.— Me reí y le pegué de broma, esta reía a carcajadas.

—Bueno, tía, me voy a estudiar un rato.— Me levanté de la mesa, y salí del gran comedor.

Esa tarde estaba muy liada, tenía que revisar la redacción que me iba a llevar Mattheo, hacer un trabajo para estudios muggles, y estudiar para exámenes de pociones e historia de la magia.

Llamaron a la puerta, me levanté para abrirla, era Astoria.

—¿Hola?— Me extrañó que estuviese llamando a mi puerta, se supone que me odia.

—Toma, el trabajo que haces con mi novio— me entregó un pergamino. Fruncí el ceño.

—¿Tu novio?

—Sí, Mattheo.— En que momento.

—Ah. ¿Y por qué no viene a dármelo él?

—Porque no quiere que se te acerque. No quiero que me lo quites.— ¿Iba en serio? Astoria sabía perfectamente que no nos llevábamos bien.

—Astoria, sabes que no quiero saber nada de tu "novio".

—Por si acaso.— Me sonrió falsamente y se fue. En fin, era una víbora, seguro que se muerde la lengua y se envenena a ella misma.

Leí el pergamino. La verdad que lo habíamos hecho genial, Mattheo puede ser muchas cosas pero mal trabajador no. Además que ambos teníamos una escritura bastante bonita y legible.

"La maldición Imperius, también conocido como el maleficio Imperius (Imperio), es una herramienta de las Artes Oscuras, y también es una de las tres Maldiciones Imperdonables."

Me di cuenta de que me había quedado dormida cuando me despertaron unos ruidos. Estaban llamando a mi puerta muchísimas veces, parecía que con desespero. Me levanté del escritorio y en seguida abrí la puerta, era Malfoy. Lo miré con el ceño fruncido, ya que tenía una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Ven rápido!— me agarró del brazo y me llevó junto a él a la sala común. En la cual estaban sentados en unos sofás solamente Tom y
Mattheo. Me senté en un sillón libre y Draco en otro.

—¿Ya nos puedes decir el por qué de reunirnos aquí?— preguntó molesto Tom.

—Esta tarde quedé con Sophia— dijo el rubio.

—Lo sé— frunció el ceño.— Me lo dijo.

—¿Y qué pasó, Malfoy?— preguntona curioso Mattheo.

—Estamos saliendo.— Todos lo miramos sorprendidos.

—¿Oficialmente?

—¿Ya?

—¿Cómo?

—Hemos hablado de lo que sentíamos, y si no queríamos estar con nadie más, para qué esperar más. Somos novios.

—Me alegro mucho, hermano— se levantó del sofá Tom y lo abrazó. Yo le sonreí.

—Sabía que iba a ir a largo esto...— reí. Es que lo sabía, tuve ese presentimiento.

—Me alegro, tío— le sonrió Mattheo a este. En ese preciso momento, llegó Goyle a la sala, y se acercó a los sillones donde nos encontrábamos.

—¡Bueno! ¡Mira quién está aquí!— Miraba hacía mí, fruncí el ceño. Tras él aparecieron Crabbe y Pansy.

—¿Creías que nos fuésemos a olvidar?— reía Crabbe.

—¿De qué coño habláis?— les pregunté muy extrañada. No sabía a que venía todo eso. No me habían dirigido la palabra hace años.

—¿Qué harás este año para aprobar? Se la chuparás de nuevo a un profesor.— Tras escuchar esas palabras sentí mi cuerpo se paralizó. No me podía estar ocurriendo aquello. Respiré hondo para que no se pudiese notar lo nerviosa que estaba y las ganas que tenía de romper a llorar. CHARLOTTE RESPIRA. CHARLOTTE ERES MUY FUERTE. CHARLOTTE NO DEJES QUE ESTO TE AFECTE DE NUEVO.

—Eso no fue cierto, se lo inventaron— logré decir. Sabía quién dijo eso, fue Mattheo. De un día para otro, comenzó a decir aquello sobre mí, y comenzó a difundirlo por toda la escuela. ¿Por qué? No lo sé. Pero ese es el motivo por el que no hablamos desde hace un año y muchos meses.

—Ya la habéis escuchado, es mentira, ¡largo!— les exclamó Draco, antes de que ellos me pudieran responder a lo anterior. Los tres se largaron de la sala. Nos quedamos en pleno silencio.

—No entiendo porqué siguen con ese rumor, ni de dónde lo sacaron, comenzaron a decirlo hace un año o más— comentó Tom. Yo negué con la cabeza, no me salía decir nada. Respecto a ese tema yo era muy sensible, ese año lo pasé muy mal. Ese dichoso rumor me causó muchos problemas los cuales hicieron que me afectase mucho personalmente.

— Yo sí sé de dónde lo sacaron— contestó Draco mientras miraba con enfado a Mattheo. — ¿Verdad, Mattheo?

—Malfoy, no empieces con actitudes de inmaduro— respondió de forma seca.

—Te parecerán actitudes de inmaduro. Pero, ¿sabes qué? Pero prefiero tenerlas a ser un puto capullo de mierda, que le arruina la vida a las personas.

—¡Cómo si tu nunca lo hubieras hecho!

—¡Ya vale!— les exclamé.— Me voy— dije por último, agarré la cajetilla de cerillas y de tabaco que tenía en un bolsillo de la chaqueta, y salí por la puerta.

ingobernable || Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora