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—Hyung

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—Hyung. Tengo que entrar a... a casa —Yang soltó en un jadeo entre los labios del azabache que solo se molestaba en saborear su cavidad bucal con empeño y casi ignorando el hecho que se encontraba frente a la puerta de la casa del Omega.
—No puedo, no puedo dejarte ir. Sabes delicioso —abrazo la cintura pequeña del menor para aferrarlo más a su cuerpo y poder sentir el pecho ajeno subir y bajar contra el suyo y como las manos temblorosas tocaban su espalda y cabello con algo de timidez.

—Me encantan tus labios, Jeongin. —Succiono un poco el belfo inferior del Omega para morderlo con sutileza, pero dándole una corriente de satisfacción en su cuerpo que provocó que soltará un pequeño gemido y pudiera abrir más su boca para volver a sentir la hábil lengua del azabache juguetear con la suya dentro de su boca donde el dejo caer su peso un poco sobre el Dandy que lo sostuvo mejor para que no caerá.

—¿Jeongin? ¿Que diablos...?— Se separaron de golpe al escuchar la voz femenina detrás de las espalda de Jeongin.

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—M-mamá

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—M-mamá...—Yang con nervios se separaron más del cuerpo del alfa que; aunque mantuviera sus jadeos miraba a la mujer con curiosidad, por qué se veía de todo menos contenta.

—¿Que significa esto yang Jeongin?—

—¿Que significa esto yang Jeongin?—

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Un chico Dandy [SeungIn- Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora