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—¿Cuanto falta, papá? —Seungmin lloriqueo de una manera adorable mientras reposaba su cabeza en el hombro de su pareja que miraba la ventana como si fuera lo más interesante del mundo

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—¿Cuanto falta, papá? —Seungmin lloriqueo de una manera adorable mientras reposaba su cabeza en el hombro de su pareja que miraba la ventana como si fuera lo más interesante del mundo.

—Igual de impaciente que chris. ¿será que si es tu hijo? —Pregunto Bin mirando de reojo al australiano que tarareo de una manera dulce sin dejar de mirar el camino. —Falta poco, llegaremos ya los vecindarios. —Le contesto a su hijo, pero lo que recibió fue otra queja dónde la palabra "me duele el trasero" los hizo carcajear.

Llevaba un poco más de una hora desde que salieron de su hogar, ya se acercaba la hora de la cena, pero su padre con la excusa de "comeremos con ellos" los hizo salir casi apresurados del departamento donde los alfas de la vida de Jeongin compartían.

Su mejor amigo y su lindo novio. ¿quien iba a creer que a la final se llevarían bien?

—¿Cómo te sientes, Jeongin? Es la primera vez que salimos juntos los cuatro. —comento el alfa rubio mirando desde el espejo retrovisor el rostro dulce del Omega de su hijo, cuál lo mimaba con ánimos mientras recibía los conocidos "ronroneo" por parte de su alfa. —Estoy muy agradecido por qué me inviten. —Le sonrió de una manera leve mirando segundos después del rostro de Seungmin embobado.

Para los Bang ya era costumbre ver esas escenas de amor por parte de los jóvenes. No era un amor como los de aquella generación, no, era tan dulce y puro como en las idealozadas películas de amor que era imposible no admirarlos y susurrar un "yo también deseo un amor así"

—Mis padres te amarán, Jeongin. Estarán muy feliz de que su primer nieto tenga un Omega tan dulce como tú —halago Bin, provocando que al menos los nervios del castaño bajarán un poco.

Con la horrible experiencia con la familia de Christopher Bang, no deseaba tener otro contacto parecido.

Su celular sonó, la joven pareja miro el celular de yang dónde el nombre de la pantalla aparecía como "Yang Chan-yeol", el dueño del aparato bufó antes de ignorar esa llamada que se hacía eterna.

—¿Quien es, Innie? ¿Por qué no contestas? —pregunto curioso mirando como el rostro de su novio se endureció un poco mientras un mohin aparecía entre sus labios. —Es mi hermano y no pienso hablar con el, no después de todo lo que pasó. — Ya para esto aquel contacto había dejado un poco más de 3 llamadas que yang rechazaba.

—¿sería muy imprudente preguntar, que sucedió aquel día, Jeongin? Se que no debo meterme, pero te vimos muy mal. —El rubio pregunto dando vuelta al volante hacia la izquierda. —No fue mucho, señor Bang. Mi mamá no acepto que siguiera con Seungmin y como no quise dejarlo me echo de la casa con el pretexto de "soy mayor de edad" —Claro, yang no era tonto. Omitió muchos detalles, como su padrastro o los malos tratos que su medio hermano le dió ese tiempo.

—Se parece a la familia de papá. —susurro Seungmin contra la curva del cuello del castaño, aspirando el leve aroma de té verde con miel que emanaba de el.

Un chico Dandy [SeungIn- Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora