𝑻𝒉𝒊𝒔 𝒊𝒔 𝒏𝒐𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒐𝒖𝒔 ┇ Bill Kaulitz Y Tu

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—Linda, vamos a desayunar.— Dijo Bill susurrandome en el oído, provocándome pequeños escalofríos.

Me levanté y talle mis ojos intentando ver algo, mi vista se tornaba nublosa, me levanté de la cama para después ir al baño y lavarme la cara.

Después de lavar mi rostro, me dirigí a la cocina para ver a mi hermano junto a Loisa y Bill esperandome para comenzar a comer.

No dije nada, aún que me molestará que ella estuviera aquí, no podía decirle nada, era la novia de mi hermano y respetaría su decisión.

—Buenos días...— Dije en voz baja para sentarme y comenzar a desayunar.

Al terminar de comer, Loisa y Liam habían salido a un lugar el cual no me dijeron, por lo tanto me quedé sola en casa, Bill se tenía que ir a planear lo de navidad, mañana nos iríamos a primera hora.

Aún no tenía nada que hacer, por lo que decidí probarme toda la ropa que tenía.

Fui al armario y comencé a sacar toda la ropa que tenía, buscando ropa caliente para mañana.

No tenía ni una sola, recordé que las había tirado por qué Canela las había roto todas, así que se me había olvidado comprar más ropa de invierno.

Volví a guardar todo y salí del departamento directamente al elevador.

Salí del edificio y me subí a mi auto en dirección a una tienda de ropa.

Después de unos minutos, ya había terminado de comprar varía ropa, no compre mucha que digamos, solo fue para 1 semana y poder estar ahí en la nieve.

Mientras volvía al auto, mi celular comenzo a vibrar indicando una llamada.

Saque mi teléfono de mi bolsillo y conteste el teléfono.

—¿Mjm?.— Pregunté tras el teléfono sin recibir respuesta, después de unos segundos la obtuve.

—¿Linda?, llamaba para avisarte que mañana en el mañana te veo a las 6:30am en mi departamento, con Tom y Heidi, ¿vale?.

—Si está bien, ahí los veo Bill.

Colgué la llamada y subí a mi auto para encenderlo y manejar hasta mi departamento.

[...]

Sonaba mi alarma sin parar, mi celular vibraba por todo el mueble hasta que cayó al piso, lo que me hizo levantarme y gritarme a mi misma viendo la hora, "¡Mierda!".

Me levanté rápidamente de la cama y me puse la primera ropa que encontré, ayer en la noche había hecho las maletas por lo que ya estaba todo listo.

Comenzaba a nevar por las calles de los angeles, por lo que me cepille mi pelo, me puse un gorro y una orejeras y me puse un abrigo que ayer había comprado.

Tome mis maletas, mi celular y salí del departamento sin hacer ruido, cerré el departamento con llave y salí del edificio.

Mi celular seguía vibrando, indicando Miles de llamadas perdidas y decidí contestar en alta voz.

—Bonita, ¿dónde estás?.

—Perdon, te juro que se me hizo tarde, ya voy caminando para allá Bill.

—Bien, no tardes, te estamos esperando.— se escuchó su risa tras el teléfono.

—Bien bien, no tardó, adiós, te amo.

Colgué el teléfono y seguí caminando sin parar, casi corriendo por el tiempo hasta que después de una gran caminata, vi a Bill junto con Tom y Heidi, los tres hablaban de algo.

Me aproxime hasta ellos y los saludé, dejando mi maleta al lado.

—Hola, perdón por el retraso.— Dije sonriendo apenada.

—Claro bonita, no te preocupes.— Dijo Bill sonriéndome y dándome un beso en la frente.

—Hola, no te preocupes por el retraso, a todos nos pasa, soy Heidi, la pareja de Tom, un gusto conocerte.

—Oh, lo mismo digo, es un gusto conocerte por fin en persona Heidi, soy T/n.

Heidi solo me sonrió y subimos a la camioneta, Tom y Bill iban en la parte de adelante y yo iba atrás junto con Heidi.

Bill me había dicho que el recorrido iba a ser demasiado largo, por lo que decidí traer unos audífonos para poder escuchar música en todo el camino.

Conecte mis audífonos al celular y me puse a escuchar música, aún era demasiado temprano, por lo que no tarde mucho en quedarme dormida, algo incómoda en el asiento pero aún así, cerré los ojos e intente descansar.

No había logrado entrar en un sueño, pero al parecer Heidi si, solo había cerrado los ojos por un segundo y ya habiamos llegado, hasta que se detuvo el auto y Tom junto con Bill bajaron de la camioneta.

Bill bajo de la camioneta y se aproximó a abrir la puerta donde yo me ubicaba sentada.

—Oh hola, pensé que estabas dormida.— Sonrió Bill, bajando la maleta.

—No, creo que acabo de despertarme.— pase una mano por mi pelo y baje del auto, ayudándole con mi maleta a Bill. —Yo la cargo, no te preocupes.

Baje del auto con mi maleta y a lo lejos pude ver una pequeña cabaña, supuse que ahí nos quedariamos, tome la maleta y comencé a caminar hacia la cabaña.

Hacia demasiado frío, por lo que mis manos no tardaron en congelarse.

Por fin habia llegado a la cabaña, Bill apenas llegaba con las llaves y ambos entramos.

Estaba demasiado caliente ahí, el aire acondicionado me hacía pequeños escalofríos en mi cuerpo, y el olor era muy intenso a madera invadia mis fosas nasales.

—Aqui nos quedaremos por unos días, ¿te gusta, cariño?

—Claro, es lindo, gracias.

—¿Por?

—Por poder cumplir nuestros planes que teníamos en mente desde hace 8 años.

—Oh... esos planes, si, lo hice en parte por eso, pero aún así, yo tendría que darte las gracias, por volver a mi.

¿O tal vez no?