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5 de la mañana, el único pensamiento que corría por mi mente, era esa promesa que hicimos Bill y yo.

No quise pensar más en eso y me levanté de la cama, estaba lloviendo, fui al baño a darme una ducha de agua caliente mientras toda el agua recorría mi cuerpo.

Cepille mis dientes y pelo y me puse un pantalón caliente y un abrigo blanco.

Decidí salir a caminar, aún era muy temprano por lo cual la cafetería clifton's no estaba abierta.

Salí con canela en brazos, fui a un parque que se encontraba cerca del departamento y volví a encontrarme con el rubio. ¿Por qué siempre a dónde voy está el?.

Me acerque para hablarle pero el solo se me quedó viendo, el salía con sus gafas y ahora cargaba un abrigo negro largo, un cubrebocas y una gorra que cubría su hermoso pelo rubio.

—Holaa.— Lo saludé acercándome a el, lo que hizo que el se asustara.

No recibí respuesta alguna, supongo que tendríamos que conocernos más para que me revelará quien era.

—No pensé encontrarte aquí, por cierto, ella es canela.— Le sonreí y tome a canela entregandosela en sus brazos.

Estuvimos un rato charlando, solo hablaba yo pero el realmente era bueno escuchando, dieron las 7 de la mañana y tuve que despedirme de el, le di un abrazo y el me correspondió, bajo su cubrebocas dejando ver dos piercing en su labio inferior y deposito un beso en mi mejilla, pude escuchar un pequeño susurro diciendome.

"Ich liebe dich"

Sentí como alguien agitaba mi cuerpo, desperté y vi a Esteban quien se encontraba despertándome para desayunar.

¿Todo fue un sueño?

—Hice el desayuno amor, es arroz y huevo estrellado.

—Gracias Esteban, pero yo comeré en la cafetería.— Le sonreí y me puse el abrigo, mientras iba saliendo del departamento, volví a encontrarme con el joven de traje negro con el café y la dona.

—Tome, provecho.— Se fue por el elevador y yo volví a entrar al departamento comiendo la dona y bebiendo el café.

(...)

Comenzaba a darme un resfriado, tenía tos y gripa.

Mientras tomaba medicamento el chico volvió a escribirme.

-Chat-

Hola linda, ¿Cómo estás?, Disculpa por no decirte buenos días, estuve un poco ocupado.

—No tienes de que pedir perdón, me siento un poco mal, tengo gripa pero todo bien :).

¿Te duele algo?, Puedo mandarte un doctor a tu departamento si gustas.

—Aun no te conozco del todo, no tienes porque enviar algo.

¿Te gustaría conocerme?.

De alguna forma, ese mensaje me hizo sentir algo, ¿escalofríos? ¿Miedo? ¿Felicidad?, No lo sé, pero me daba algo.

Lo deje en visto y me serví un vaso de agua.

Mientras estaba bebiendo agua, Esteban entro por la puerta del departamento y salto de alegría.

—¡Amor, me dieron un aumento!.— Decía mientras esté saltaba de emoción y me tomo en brazos para darme un fuerte beso en mis labios cálidos.

—Felicidades Esteban.— Le sonreí mientras lo abraza fuerte.

El entro feliz a su habitación y yo salí a dar una vuelta.

Aún no se porque soñé eso, pero si lo hice, fue porque iba a pasar algo.

Mientras tomaba asiento en una banca que estaba en un parquesito pequeño, frotaba mi nariz por culpa del resfriado que comenzaba a empeorar, si seguía así, no podía presentarme mañana a la sesión de modelaje.

Coloque mis audífonos en mis oídos mientras se reproducia 'algo contigo'.

Cerré levemente mis ojos, sintiendo como el aire chocaba con mi cuerpo, mientras mis labios se movían al ritmo de la música, abrí mis ojos y pude ver de nuevo al auto negro que siempre pasaba.

Volví a frotar mi nariz, trague saliva y me levanté de la silla, puse mis dos manos en los bolsillos del abrigo negro calientito.

Saque mi móvil y pude ver un par de notificaciones que me esperaban de tal chico.

-Chat-

—Que linda te miras escuchando música.

—¿Estás observandome?, Eres un acosador, debería mandarte una orden de alejamiento.

—No puedes, aún no me conoces, ¿Cómo le mandarías una orden de alejamiento a alguien que no conoces en lo absoluto?.

—Ahg, solo, ignóralo y deja de verme.

Salí del chat y apague mi teléfono, voltee a todos lados para poder verlo pero mis intentos fueron en vano.

Decidí caminar más allá y seguí caminando vagamente mientras seguía escuchando música.

Hasta llegar a una tienda de ropa, era demasiado linda, entre para ver las prendas tan lindas que se encontraban dentro del local, decidí comprar un poco de vestidos y ropa linda.

Después de una hora de estar gastando mi dinero en ropa y accesorios que nunca usaría, decidí regresar al departamento otra vez.

Pero como soy bruta, me perdí, si, me perdí, de la nada el camino cambio, y fue porque salí por la puerta trasera del local, volví a la salida principal y ahora sí camine directamente al departamento, mientras las bolsas pesaban cada vez más, y mis ganas de frotar mi nariz se iban haciendo más fuertes.

Mientras caminaba hacia el departamento, vi como un carro negro se estacionaba frente este, supongo que era un vecino o algo, puse las bolsas en el piso y por fin pude frotar mi nariz.

Volví a tomar las bolsas entre mis manos, mientras iba entrando, sentí como una mano se apoderaba de mi muñeca derecha.

Gire mi cabeza para ver quién era el que sostenía mi muñeca, y pude notar al rubio con sus lentes negros de nuevo, era el quien se encontraba sujetando mi muñeca de manera suave pero sin dejar irme.

—Aun no me respondiste si querías conocerme, así que vine a preguntartelo de frente.— Dejo ver una sonrisa de oreja a oreja, pude reconocer su voz al instante.

Era el.

—REBECA—

Holaa, perdón por tardar mucho en actualizar, no tenía muchos ánimos pero por fin les traigo su capítulo :)

Si notan alguna falta de ortografía pido disculpas.

¡No olviden votar! ♡︎

𝑻𝒉𝒊𝒔 𝒊𝒔 𝒏𝒐𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒐𝒖𝒔 ┇ Bill Kaulitz  Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora