𝑻𝒉𝒊𝒔 𝒊𝒔 𝒏𝒐𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒐𝒖𝒔 ┇ Bill Kaulitz Y Tu

27

El sonido de la alarma aturdía los oídos de ambos chicos, sonaba sin parar, la castaña apagó la alarma y talló sus ojos cansados.

Se levantó de la cama y fue al baño para poder lavar su rostro adormilado, al terminar, abrió su maleta y se puso algo de ropa caliente.

—Bill, despierta.— Susurro en el oído de Bill para derpertarlo.

—Ujm... Quiero seguir durmiendo— Menciono adormilado mientras cubria su rostro con la sábana.

—Bill, Tom y Heidi nos están esperando para desayunar.— Ella siguió insistiendo en moverlo para poder despertarlo.

—Bien..

Bill soltó un suspiro insatisfecho y se levantó de la cama para después tomar una chaqueta caliente de su maleta y tallar sus ojos.

Se puso unas botas y salió de la cabaña junto con la pelinegra mientras caminaban entre la nieve dirigiendose a un pequeño buffet.

Al llegar, efectivamente la pareja ya los estaba esperando sentados en la mesa.

—¡Vengan!— Grito Tom mientras los saludaba.

Bill lo saludo y tomo la mano de su novia para después llevarla hasta donde se encontraba su hermano y su novia.

—Hola, buenos días— Saludo.

—Hey, ¿Durmieron bien?— Pregunto Tom mientras sonreía

—Si

—Se ve.— Rió Tom al ver a Bill, quien aún tenía sueño y recostaba su cabeza en la hombro de la pelinegra.

Ella también rió y acaricio un poco la cabeza del rubio.

(...)

Leía un libro, si, en la nieve, ¿Por qué razón no hacerlo?, quiero decir, leer es bueno.

Los gritos de Bill, Tom, y Heidi, se escuchaban de fondo, los enseñaban a esquiar, yo no quise, pues tenía miedo de hacerlo.

Mientras seguía leyendo, me aburrí después de varios minutos, al rato, Bill llegó conmigo, se veía tan lindo con su gorrito y su nariz roja.

—Amor, ¿Quieres venir? ¡Ya se esquiar!— Sonrió felizmente mientras tosia.

—¿Enserio?, que bueno, pero así estoy bien, mejor vayamos a la cabaña, te prepararé algo de chocolate caliente, o vas a resfriarte.

—Noo, yo quiero estar contigo en la nieve, me niego en lo absoluto.— Tomo una pausa —Andale, ¿Si?, solo un ratito, por favor.

—Bien, pero solo un rato, ¿De acuerdo?

—Si, si— Sonrió muy feliz mientras saltaba de la emoción y tomaba de mi mano, tirándome hacia el y llevándome por una tabla.

—Mejor vayamos a patinar, por favor.— Dije nerviosa y me detenía.

—¡Pero yo quiero esquiar!— Dijo mientras hacía un puchero.

—De acuerdo...— Dije al final para rodear los ojos y seguirlo.

[...]

???

—¡Idiotas, mi plan no funcionara si siguen así!— Grito la castaña antes de aventar un vaso de vidrio, haciéndolo estallar y golpear a uno de sus asistentes.

—Señorita, hemos tenido un imprevisto, el chico a quien busca, no lo encontramos por ninguna parte.

—¡Todos ustedes son unos imbéciles, no pudieron hacer bien su trabajo que se les han perdido!— Grito ella de nuevo, ahora levantándose del sillón donde anteriormente se encontraba, sus grandes tacones hicieron rechinar la madera vieja. —No los quiero ver, largo de mi vista.

Sus hombres solo salieron de la habitación, ahora dejándola sola junto con un chico mediano, de lentes y pelo rubio.

—No tienes que ser tan dura, ve el lado positivo, me he acercado a la chica, ¿Acaso no es lo que querías?, Aparte, eres novia de su hermano, ¿Por qué querrías buscarlos?

—¡Eres un genio Mateo!— Dijo ella, enorgullecida mientras una sonrisa sádica se formaba en su rostro.

—¿Yo?

—Si, tu, fácilmente podría decirle a Liam dónde se encuentran, no es algo tan difícil.

Tras terminar de hablar, ella camino por toda la habitación buscando su teléfono, en cuanto lo encontró, lo encendió y rápidamente llamo a su pareja.

—¿Liam?— Pregunto ella tras el teléfono.

—¿Mhm, qué pasa amor?

—Oh, cariño, solo llamaba para preguntar sobre tu hermana... ¿Cómo era que se llamaba?

—T/n, ¿Que hay de ella?

—¿Sabes dónde se encuentra?

—Uhm, me había comentado de que iba a ir a las montañas con Bill y alguien más, pero no sé dónde exactamente, perdón.

—Vaya, muchas gracias amor, ¡Nos vemos en la noche!— Y luego, colgó la llamada para después sonreír.

Ella sonrío y se aproximó hasta su armario, dónde saco una pequeña mochila y comenzó a meter un par de chaquetas color negro calientes.

Mientras ella guardaba todo, Mateo solo la miraba de reojo, pues su mirada se centraba en una pequeña fotografía que se hacía pegada en la pared, con una "X" color roja.

—Si es que linda, me preguntó por qué la quieres ma- —Fue interrumpido por Loisa.

—¡Shh!, esa palabra es muy fuerte, mejor digamosle, "Desaparecer", ¿Bien?

—Mjm, como digas, solo que... Es dulce, no entiendo tus motivos, pero bueno, nos vemos luego.

Loisa lo ignoro y siguió en lo suyo, guardando un par de prendas, no eran muchas, así que solo llevo poca ropa y tomo su teléfono, unas llaves y salió de la casa.