Capítulo final:
Edward:
"—¿Puedo presumir que mi hermano es policía?
—Si es para impresionar chicos, no.
—¿Cómo estuvo la escuela?
—Tengo una mejor amiga, mi primera mejor amiga y seremos amigas por siempre.
—Creo que me gusta alguien.
Oh...
—¿Debo empezar a alistar mi arma, hermana?
—En realidad.
Camino hacia ella, sentándome en el suelo a su lado y apoyo la espalda en el filo de la cama.
—¿Ya te hizo daño o como?
Ella niega con la cabeza.—Ella no sabe .. que me gusta.
Abro mucho los ojos al escuchar la palabra.
—Ya veo...—Sonrio y Margot no dice nada.—¿Qué pasa?
Vuelve a callar.
Suspiro.—¿Pensaste que iba a juzgarte?
Mi hermana sonríe y apoya la cabeza en mi hombro.
—Te quiero, Ed.
—Y yo a ti, revoltosa.
—¡Ed, eres el mejor hermano del mundo!
.
.
.
No, no lo soy.
No pude protegerla, pero al menos podre darle justicia a su muerte.
Me cubro de los disparos en el viejo roble y mi propio aliento me rosa la cara, levanto la mirada al cielo al que apenas puedo ver por las ramas grandes de los arboles y sumado a eso, la nieve sobre ellos, nieve que cae cuando un pájaro se sienta sobre esas ramas.
—¡¿Cuántas balas te quedan, oficial?! Porque a mi me quedan muchas.—Escucho que vuelve a recargar.—¡Tengo más de estas! ¿Quieres más? ¡Te daré más!
Empieza a disparar como un loco y me cubro, no deben quedarme más de cinco tiros, mierda.
El deja de disparar y levanto el arma no apuntándolo, sino hacia las ramas del roble arriba de el mientras André no deja de mirar a todos lados.
—Ahi estas.
Le disparo a todas y el voltea hacia el lugar.
—¿Qué clase de tiro es ese?
Y enseguida veo como la nieve de la rama cae directo hacia el, me cubro con el brazo y el hombre grita siendo enterrado por esta, me levanto llevando el arma conmigo y me cubro el rostro por el polvo que aun hay en el aire, cuido mis pasos y llego al lugar, levanto el arma y trato de ver donde cayó.
Retrocedo cuando algo se mueve, pero me toma desprevenido sujetándome del pie, André me derriba y cuando va a disparar, lo golpeo logrando que tire el arma, intenta tomarlo y lo sujeto otra vez, me embiste y terminamos en el suelo entre puños.
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El Desastre de Jodie
RomanceJodie Fleming tiene más defectos que virtudes, entre las que destacan ser engreída, caprichosa, petulante y superficial. Y cuando la "Niña de papí" se ve involucrada en un problema, no le queda de otra que irse lejos de todo lo que ama. Sin embargo...