4. Sentimientos encontrados

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En los siguientes meses, Ethan y yo nos habiamos vuelto bastante cercanos, lo cual me habia conseguido más bromas por parte de Mindy, y aunque Chad no estaba en contra de que Ethan se integrara a nuestro grupo, no parecía muy feliz con la idea de que él y yo pasáramos tanto tiempo juntos.

El horario de Ethan y el mio coincidía casi a la perfección en cuanto a horas libres y edificios para tomar las clases, lo cual nos volvió bastante sencillo el pasar tiempo juntos, y en ocasiones, me hacía sentir que pasaba más tiempo con él que con el grupo, lo cual, tampoco me molestaba demasiado.

Ethan era muy lindo, y las platicas con él lentamente se volvían más y más fluidas. Cuando los silencios incómodos desaparecieron, nos volvimos un dúo inseparable.

-¡Ladry! -lo saludé, mientras me acercaba hacia la banca donde estaba sentado, en el patio de la escuela.

-¡Davis! -sonrió, a la par que yo me sentaba justo en frente de él.

Era una de las bancas pequeñas, en las cuales cabían dos personas solamente. El día estaba soleado, y despejado, lo cual me hacía sentir aliviada, no era muy fanática de los días nublados.

-¿En que momento nos volvimos una de esas parejas que se llaman por sus apellidos?- se burlo Ethan, mientras cerraba el libro que tenía enfrente para prestarme atención.

-Landry...- dije, y lo mire fijamente, con una sonrisa en el rostro-, ¿en que momento nos volvimos una pareja?

-Sabes que no me refiero a eso -rio.

-Lo sé -le guiñe un ojo, para después tomar el libro enfrente de él-. ¿Qué estás viendo?

-Oh, nada interesante -rio, tratando de tomar el libro de vuelta-. Estadística.

-¿Porqué suenas sospechoso?

-No estoy sospechoso, tú estás sospechosa -dijo, recuperando el libro y guardándolo en su mochila.

Me incliné sobre la mesa hacia él, con los ojos entrecerrados, lo que provocó que se quedara completamente quieto.

-Bien, haré como que te creo -reí, y volví a sentarme-. Nick dará otra fiesta este fin de semana -murmure-, y creo que Tara ya convenció a Sam, así que iríamos todos.

-¿Cómo es que los invitan a tantas fiestas? -se cruzó de brazos sobre la mesa.

-Lo dices como si realmente saliéramos tanto -me burlé-. Que nos enteremos de las fiestas no significa que vayamos a todas, Landry.

-Imagínate -se burló-. Saldrían cada dos días.

-Eres demasiado exagerado -reí-. A parte, la fiesta sigue en "vemos" hasta que sepamos si...

-Sam dejará ir a Tara- completo la oración y soltó un suspiro.-. ¿Algún día me enteraré de porque Sam protege tanto a Tara?

-Tal vez -me encogí de hombros-. Pero por ahora, confórmate con saber que lo hace porque quiere protegerla.

-¿Protegerla de qué?- insistió.

-Ethan -dije de manera severa.

El chico carraspeó la garganta y se quedó en completo silencio. No solía llamarlo por su nombre, a menos que fuera alguna situación seria, y pareciera que eso era lo que necesitaba para entender el mensaje.

Suspiré, no me gustaba hacerlo sentir mal, o nada por el estilo. Estiré mi mano sobre la mesa, y la acerque hacia sus brazos, que seguían cruzados. Él descruzo sus brazos y tomó mi mano.

-Es solo que -dije-, es un tema complicado para todos.

-Bien, no pregunto -dijo, dando un pequeño apretón a mi mano, lo cual me hizo sonreír.

Corazones y navajas [Tara Carpenter] [Ethan Landry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora