20. Un nuevo comienzo

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Inhale profundo, casi como si no hubiera inhalado en mucho tiempo y ahora necesitara llenar mis pulmones de aire con desesperación. Quería abrir los ojos, pero era como si una fuerza externa me lo impidiera; inhale profundo, y por fin pude abrirlos.

Al inicio, todo pareció demasiado deslumbrante, y me costó un par de segundos adaptar mi vista al brillo del exterior. Lo primero que pude ver fue un rostro conocido. Tara estaba de pie a un lado de mi, con los ojos llenos de lagrimas; cuando la vi, sonrío.

-Dios, no puedo creer que estés bien- sollozo-. Creí que te perdería.

Quería responderle, pero me di cuenta que traía una máscara de oxígeno que me impedía hablar, así que limite a tomar su mano, creía que eso diría más que las palabras.

Ella sonrió de nuevo, apretando ligeramente mi mano, y quito la máscara de mi rostro para después besarme. Cerré los ojos, y sonreí ante el beso. Cuando la chica se alejo, volvió a poner la máscara en mi rostro, y soltó una pequeña risita.

-Lo siento, necesitas esto- murmuró.

-No puedo creer que se tardaran tanto tiempo- dijo Mindy, la cual comenzaba a acercarse a nosotras-. Y aunque no me alegra que les tomara cinco asesinos el darse cuenta, si me alegra que ya estén juntas.

Solte una pequeña risita ahogada, no sabía si estábamos juntas-juntas, pero si sabía que en esos momentos, no quería pensar tanto en nada de eso.

Habían pasado tantas cosas, que ni siquiera sabia en que pensar. Primero habia perdido a Wes gracias a Ghostface, ahora habia perdido a Ethan, que, aunque me molestara admitirlo, si me había dolido; pero, tal vez Mindy tenía razón en algo, y siempre había sido Tara.

Esta vez, yo baje la máscara de mi rostro para acercarme a besarla, lo cual la tomó desprevenida. La chica tomó mi rostro con delicadeza, y sonrió. Su tacto se sentia como la única calidez que mi cuerpo necesitaba en esos momentos para volver a sentirse bien. Si, definitivamente siempre había sido Tara.

Ambas sonreímos, antes de que Tara me ayudara a ponerme la máscara de nuevo, y soltamos una pequeña risita.

-Bien, que lindo- dijo Mindy. Su voz sonaba apresurada, incluso juraría que no la habían apuñalado-, ¿donde esta Chad?

Ambas volteamos a verla, sin saber exactamente que decir.

-Mindy...- comenzó Tara, dando un paso hacia la chica-, Chad esta...

-Tenemos otro sobreviviente- gritó alguien adentro del edificio, y seguido de eso, salió otra camilla, en la cual se encontraba Chad, con los ojos cerrados, y una mascarilla de aire en su rostro.

Los ojos de Mindy se llenaron de lágrimas, y la chica corrió a abrazar a su hermano, el cual le regresó el abrazo muy débilmente.

Detuvieron su camilla a un lado de la mía, y ambos nos volteamos a ver. Le extendí mi mano, y él la tomó con una débil sonrisa en su rostro. Estábamos bien.

-Esta vez todos sobrevivimos- dijo Mindy, aún con mucha energía-. Eso es un giro al giro de la trama.

Subieron a Chad a una de las ambulancias y Mindy se subió con él.

-Me dieron muchas medicinas, me siento drogada- rio-. No siento nada de los hombros para abajo. Ustedes deberían probarlo.

Los paramedicos cerraron la ambulancia a la que subieron Chad y Mindy, a la par que un paramedico llegaba a mi lado y comenzaba a mover mi camilla de nuevo.

-La llevaremos al hospital- anunció-. ¿Alguien va a querer acompañarla en la ambulancia?

-¿Puedo?- preguntó Tara, dirigiéndose tanto al paramedico, como a mi.

Yo asentí, y el paramedico también, a la vez que otro chico llegaba a ayudarle a subirme a la ambulancia.

Tara subió, y se sentó a un lado mio, sin soltar mi mano. De pronto la chica vio hacia afuera de la ambulancia, donde Sam nos observaba con una pequeña sonrisa en el rostro.

-¿No vienes?- preguntó a su hermana.

Danny llegó a su lado, y tomó la mano de Sam, provocando que la chica negara, aún sonriendo.

-Las alcanzamos en el hospital- murmuró.

Uno de los paramedicos entró a la ambulancia, mientras el otro cerraba la puerta de esta.

Cerré los ojos a la vez que inhalaba profundamente, y sentía una paz inmensa recorrer todo mi cuerpo. El dolor desapareció, y entonces lo supe, todo estaría bien.

Corazones y navajas [Tara Carpenter] [Ethan Landry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora