6. Celos

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Ethan y yo no habíamos hablado en lo que quedaba del fin de semana, y en cuanto llegó el lunes, no supe que hacer. No sabía si llegar con él y actuar como si nada hubiera pasado, o si hacer evidente que algo había pasado. No sabía si esperar a que él se me acercara, o yo acercarme primero.

Daba vueltas a todo en mi cabeza cuando escuché que alguien tocó a la puerta del cuarto. Me puse de pie, y me dirigí a abrir. Mindy ya se había ido, ya que al parecer desayunaría con Anika, así que me encontraba completamente sola en la habitación.

Cuando abrí la puerta, vi a Ethan, que tenía una sonrisa nerviosa en el rostro.

-Davis- dijo, sin más.

-Landry- sonreí, y me hice a un lado, indicándole que podía entrar-. ¿A que debo esta agradable visita?

-Solo checando cómo estás- carraspeó la garganta.

Ambos estábamos de pie, mirándonos fijamente sin decir nada, y yo seguía a un lado de la puerta, que estaba entre abierta, esperando a que el chico dijera algo más, aunque parecía que no tenía planeado hacerlo. Suspire y cerré la puerta, para después dirigirme a mi cama, y sentarme en ella, haciéndole un gesto de que se sentara a mi lado.

-¿Quieres hablar de lo qué pasó?- pregunté, algo nerviosa por su respuesta.

-¿Tú quieres hablar de ello?- respondió.

-No, ni se te ocurra responder mis preguntas con más preguntas- suspire.

-Yo si quiero hablarlo, pero, ¿tú quieres?

Asentí como respuesta, y de nuevo nos quedamos en silencio, observándonos fijamente, como esperando a que el otro dijera algo.

-Estabas algo borracha- dijo al fin-, así que entenderé si quieres hacer como que nada paso. No me voy a enojar, ni nada por el estilo.

-¿Cómo que nada pasó?- murmure. Definitivamente no me esperaba ese comentario, no creí que él pensara que solo lo había besado porque estaba "borracha"-. Landry, si te bese fue porque quería hacerlo, no solo porque estuviera algo tomada- suspire, una parte de mi no podía creer que estuviera diciendo eso-. En serio me gustas- dije, en un tono ligeramente más bajo.

-No juegues con esas cosas, Davis- rio nervioso.

-No estoy jugando- carraspee la garganta y tomé su mano con delicadeza.

-Tú también me gustas- rio-. Dios, en serio me gustas.

Reí de alivio. No sabía que más decir, pero definitivamente me sentía liberada de haberlo dicho, después de todo, ya nada podía salir mal, él sentía lo mismo que yo.

-Entonces...- dijo, acercándose ligeramente a mi.

-Entonces...- repetí. Realmente no sabía que decirle, pero sabía que quería besarlo de nuevo.

Casi como si pudiera leer mi mente, el chico se acercó, y me beso. Esta vez fue diferente, esta vez no estaba bajo los efectos del alcohol, esta vez, sabía que también le gustaba, y eso me hizo sentir feliz. Cuando se alejó de mi, nos quedamos de nuevo en silencio, y ambos soltamos una risa que pareció aligerar el ambiente.

-Uno creería que decir lo que sientes va a hacerlo menos incómodo, pero parece que no aplica en todos los casos- dije, aún riendo.

-¿Porque complicamos tanto las cosas?- sonrío.

El chico tenía una sonrisa hermosa, y verla me hizo sonreír también. Me encogí de hombros ante su pregunta, y él se acercó un poco más y tomó mi mano, sin quitar sus ojos de los míos. Pareciera que nos íbamos a besar de nuevo, pero mi teléfono sonó, llamando la atención de ambos, así que tomé el dispositivo y apagué la alarma que tenía programada para esa hora.

Corazones y navajas [Tara Carpenter] [Ethan Landry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora