11. Noticias inquietantes

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Cuando llegamos al departamento de Sam y Tara, todos estábamos en completo silencio, y se podía sentir la tensión en el aire.

Tara entró, y desapareció por el pasillo, seguida de un fuerte golpe, el cual nos hizo saltar a todos. Suspire y solte la mano de Ethan.

-Yo iré -le dije a Sam, y camine hacia la habitación de Tara.

Me dirigí hacia la cocina rápidamente y llené un vaso con la limonada favorita de Tara, como un gesto de paz. Cuando llegue a su habitación, me asome por la puerta, la cual estaba abierta, y pude ver a Tara y a Quinn sentadas sobre la cama, platicando. Toqué el marco de la puerta, llamando la atención de las dos chicas.

-Las dejaré para que hablen- dijo Quinn, levantándose de la cama.

Ella salió de la habitación, cerrando la puerta detrás. Le enseñé a Tara el vaso de limonada como gesto de paz, lo que provocó que ella riera y me señalara que lo dejara sobre su cómoda.

Me dirigí a tomar asiento a su lado. Solté un suspiro, y me dejé caer de espaldas sobre la cama, provocando que mi amiga me imitara. Después de unos segundo en silencio, ella habló.

-Gracias, por no dejarme subir esa escalera- murmuro, con la vista hacia el techo-. Y en serio lo siento por como te hable- suspiro, y cerro sus ojos-, estaba más borracha de lo que creía, ni siquiera sabía que estaba diciendo.

-Esta bien- le di un ligero empujoncito con el hombro-. A demás, te mereces mucho más que acostarte con ese borracho- solté un suspiro, y me comencé a acomodar de costado para poder verla mejor-. Tara, eres... creo que eres especial- sonreí-, y mereces mucho más que un imbecil que te quiere llevar a la cama en la primera oportunidad que tiene.

La chica sonrío ante mi comentario, y se acomodó también de costado, provocando que quedáramos frente a frente. Nos quedamos en silencio por un par de segundos, mirándonos directamente a los ojos, cuando el sonido de la puerta abriéndose, hizo que ambas nos sentáramos de golpe, y volteáramos a ver. Era Quinn que se nos quedó viendo unos segundos antes de poner cara de preocupación.

-¿Les frustré un acostón?- preguntó, casi en un susurro.

-¿Que acabas de decir?- preguntó Tara, y yo abrí los ojos con sorpresa.

-¿Eché a perder algo?- dijo nerviosa.

-¿Que? No- murmuré, apenada por lo que la chica estaba insinuando.

-Obvio no- dijo Tara-. A demás, ella tiene novio.

-Tengo novio- confirme.

-¿Tienenes... novio?- preguntó Quinn, pasando su vista entre ambas-. Creí que... -negó rápidamente, como dándose cuenta de que lo que iba a decir no era precisamente bueno-. Olvídenlo, solo que...

-Si- dijo Tara, interrumpiendo lo que sea que fuese a decir Quinn-. Está saliendo con Ethan.

-¿Ethan?- preguntó, señalando hacia afuera de la habitación-. Como en, ¿el Ethan que está sentado en nuestra sala?- me limité a asentir, algo incomoda por toda la conversación-. ¿Cuanto tiempo llevan juntos?

-Como tres meses- se me adelantó Tara.

-Bueno, creo que yo ya me voy- murmure incómoda, mientras comenzaba a ponerme de pie.

-No tenía idea- murmuro Quinn, casi como para si misma, en un pequeño susurro que por un segundo pensé que había imaginado.

-¿Para que venías?- preguntó Tara, algo molesta por la presencia de Quinn.

-Mi teléfono, lo dejé acá- murmuro, y se acercó al buró, tomando el aparato-. En serio lo siento.

-Esta bien- murmuré, dirigiéndome hacia la puerta, pero antes de salir, volteé a ver a Tara-. Si necesitas algo, estaré en la sala- murmure, y me dirigí hacia allá en silencio.

Corazones y navajas [Tara Carpenter] [Ethan Landry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora