Días libres

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Se juntaron en la casa de Lisandro a pasar el par de días que les quedaban antes de volver a los partidos. La verdad era que tener una pareja futbolista de otro equipo a veces era difícil porque cuando tenían que viajar para jugar de visitantes no podían verse, aunque agradecían estar en Inglaterra porque la diferencia entre una cancha y otra no solía ser tan amplia a menos que tengan que jugar en otro país. Debido a eso trataban de sacarle el mayor provecho a sus días libres para pasarlos juntos sin despegarse ni un instante.

Julián no recordaba haber tenido una relación tan "pegajosa" antes, Lisandro era muy del contacto físico y estaba todo el tiempo encima suyo, se había acostumbrado tanto a las caricias constantes que cuando se distanciaban sentía la ausencia mucho más. Podría decir que hasta él mismo se había vuelto mucho más expresivo en palabras y actos gracias a tener un novio tan comunicativo, Licha era muy lindo.

—¡Lisandro! —llamó Julián. El defensor se acercó con lentitud al sofá en donde estaba acostado el más joven y lo miró con curiosidad.

—¿Qué pasó? —preguntó con una sonrisa que se le borró al ver la seriedad del contrario.

—¿Qué haces con un buzo de boca?¿sos bostero? —cuestionó arrugando el entrecejo. Lisandro le sacó el celular con suavidad y miró la foto.

—¿de dónde la sacaste? Esta no es la que anda dando vueltas por internet —lo miró con sorpresa, devolviéndole el aparato.

—tu mamá me la pasó, contestame ¿sos un bostero encubierto? —cuestionó nuevamente, levantándose del sofá para enfrentarlo.

Lisandro soltó un "¿mi mamá?" mientras ponía ambas manos en el torso ajeno para que no lo enfrente, logrando mantener la distancia.

—contestame o me voy —amenazó.

—¿te irías? —preguntó, agarrando las manos ajenas.

—no —negó con rapidez y sacudió los brazos ajenos —contestame dale.

—no soy hincha pero sí le tengo cariño al club —respondió suave, soltándolo para poder abrazarlo por la cintura. Julián suspiro, rodeándolo por el cuello.

—¿y a River? —Lisandro negó —¿y si te regalo una camiseta mía de river la usarías? —preguntó con una sonrisa coqueta.

—sí, cualquier cosa que me pidas —contestó, escondiendo su rostro entre el hombro y cuello del más joven para dejar besitos en su piel.

—pollerudo —soltó junto a una risita mientras ladeaba la cabeza, dejándole más lugar al defensor para que repartiera besos.

—¿cómo? —preguntó sonriendo amplio, ajustando el agarre sobre la cintura ajena.

—sos un pollerudo —repitió.

Lisandro se alejó un poquito y le robó un beso en los labios que Julián no tardó en responder
—no te lo digo mucho pero estoy tan enamorado de tu tonada cordobesa —confesó, mirándolo con dulzura. El delantero lo miró con diversión.

—¿no tendrás un fetiche con la gente de Córdoba? Cuti, Nahuel, yo... —habló, acariciando la nuca del teñido.

—Vos primero —corrigió.

—segundo ¿Cuti o Nahuel? —preguntó, trayendo sus manos hacia delante para acariciarle las mejillas, Lisandro ladeo la cabeza hacia el tacto.

—Están en el mismo escalón ellos.

—¿Y si tuvieras que casarte con uno de los dos?

—¿Qué es esa pregunta? —cuestionó, soltando una risa —capaz Cuti pero por Valentino.

Lo que quieras //Julián Álvarez, Lisandro MartínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora