Fecha fifa pt3

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Había llegado el día, Julián iba a conocer a los padres de su novio y estaba ansioso, suponía que iba a ser algo tranquilo porque confiaba en Lisandro y en la dulzura que le había transmitido la mamá y el papá del mismo cuando los conoció en Catar aunque ahora sería un contexto muy diferente.

Se encontraban en una tienda de ropa y mientras buscaban algo, de vez en cuando, se detenían a firmar autógrafos. Que la gente se acercara tanto les hizo darse cuenta de la distancia que debían mantener entre ellos estando en su propio país.

-¿esto qué te parece? -preguntó Julián, mostrándole una camisa celeste -¿muy formal?

-yo diría que usemos remera pero si querés llevar camisa... -contestó, encontrando una remera básica roja -mira esta -sonrió poniéndola encima del menor para ver cómo le quedaba.

-¿Me veo lindo? -preguntó sonriendo.

-hermoso, llevémosla y esa camisa también.

Después de elegir tres opciones de vestimenta para ambos, salieron y fueron hacia un hotel que habían pagado para estar solos.

-estoy nervioso -confesó el cordobés, abrazando el brazo de su novio que se encontraba amasando.

-no~ ya le dije que estaba saliendo con un chico muy lindo y me felicitaron cuando les conté que era un campeón del mundo -habló tranquilo.

-¿Quién decís que piensan que soy? -preguntó, posando sus ojos en la boca del mayor.

-Cuti, fijo -contestó rápido y se volteó, al notar a donde miraba el menor, le lanzó un beso.

-¿Cuánto falta para que termines de amasar los pancitos? -preguntó impaciente.

-Ahora dejo descansar la masa y te doy atención -contestó divertido, Julián decidió subirse a la isla que estaba detrás de ellos.

-oki -sacó su celular y le tomó una foto.

Una vez que Lisandro dejó la masa tapada se lavó las manos y se acercó al menor quien lo recibió con los brazos abiertos.

-¿les gustará más Cuti que yo? -preguntó inseguro.

-no sé, bebé, no creo -contestó sobre el cuello ajeno y comenzó a dejarle besitos, causándole cosquillas.

-¿y si les decimos que somos tres y-

Iba a seguir hablando pero Lisandro lo agarró del rostro para besarlo con un poco de molestia -cerra el orto -murmuró sobre los labios ajenos, haciendo un poquito de presión con su mano en la cintura del delantero.

-no quiero -contestó desafiante y lo rodeó con las piernas, apegándose a su cuerpo para frotarse -¿podes ser bruto conmigo? -preguntó bajito, escondiendo su rostro.

-no me sale, amor... perdón -contestó apenado y dirigió su mano a la entrepierna ajena para masajearlo.

-Compré cosas que nos pueden servir -murmuró, soltando suspiros.

Lisandro sonrió ladino y se acercó para besarlo, sin dejar de mover su mano -está bien, usemos lo que quieras -aceptó, logrando que el menor sonriera ampliamente mientras mordía su propio labio.

...

Luego de terminar de cocinar, Lisandro puso los pancitos en una bolsa grande para llevar a la cena con sus padres. Habían elegido la ropa informal, ambos terminaron poniéndose un buzo arriba porque había refrescado.

-¿me das uno? -pidió Julián, antes de salir de la casa.

-no, vamos a comer allá -contestó riendo y agarró las llaves.

Lo que quieras //Julián Álvarez, Lisandro MartínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora