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"En la quietud de la contemplación, descubrimos verdades ocultas."
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El sol alcanzaba su cenit, derramando su resplandor radiante por todo el cielo. Mientras el edificio se desmoronaba, una joven con cabello negro y atuendo tradicional emergía de entre los escombros, esforzándose por liberarse de su confinamiento.
-Vine para rescatarte, Utahime - anunció con diversión Gojo Satoru, ampliamente conocido como el chamán más poderoso. -¿Estás derramando lágrimas? - preguntó con aparente burla, fijando su mirada en ella.
-¡Claro que no estoy llorando! ¡Háblame con respeto! - exclamó la joven de cabello negro, alzando la voz en respuesta a la aparente falta de respeto.
-¿Me consolarías si estuviera llorando? - bromeó la joven de cabello blanco, interrumpiendo la conversación. -Tendría muchas ganas de que lo hicieras.
-Pero tú no lloras, ¿verdad? - respondió Gojo con un tono dudoso pero burlón. -Eres fuerte.
Mientras charlaban, Utahime se separó de un abrazo que le estaba dando Shoko, una estudiante de segundo año. Saltó de un salto y corrió hacia Masahiko, quien observaba la escena con diversión. Lo abrazó con fuerza, su rostro mostrando alivio y preocupación al mismo tiempo.
-¡No te conviertas en un tonto como estos dos! - suplicó en un susurro, lanzando una mirada desaprobatoria a los dos chicos de segundo año que los miraban con curiosidad.
-Tranquila, Utahime - dijo Masahiko mientras correspondía al abrazo de la chica. -Prometo mantener al menos un poco de cordura - aseguró, esbozando una sonrisa tranquilizadora.
-Bien, bien, pero miren a quién tenemos aquí, al gran Masahiko - mencionó la joven de cabello blanco con diversión cuando apareció el rubio de mechas azules.
-Oh, mi querida Mei, también estás aquí - respondió Masahiko de manera similar al saludo, mirando a la joven contraria.
-¡Masahiko! - Gritó con una sonrisa el albino al ver a su pareja nuevamente. -¿A qué hora llegaste? -
