past

813 112 5
                                    

En la era Heian, en un tiempo ya casi olvidado, emergió Sukuna, una maldición retorcida que cada día crecía en poder y oscuridad, sumiendo a los hechiceros de Japón en un temor profundo y desgarrador. A pesar de unir sus fuerzas, descubrieron que la tarea de vencerlo era insuperable. Así, sin más alternativa, recurrieron al clan Yamikōri, cuya oscura técnica maldita y falta de empatía por el dolor los marcaba como parias incluso entre los suyos.

Bajo el liderazgo conjunto de los clanes Gojo, Zenin, Kamo y Yamikōri, lograron sellar a Sukuna, dispersando sus dedos por lugares distantes. Con el paso del tiempo, el clan Yamikōri recuperó su antiguo prestigio, pero se vio corrompido por costumbres viles, como el machismo y la crueldad hacia sus miembros omega.

En este entorno sombrío, Hana Nakamura, entregada como una ofrenda de paz por sus propios padres al clan Yamikōri, dio a luz a dos hijos. El primero, Osuke, nació enfermo y omega, sufriendo la brutalidad de un padre despiadado. El segundo, Masahiko, creció bajo el yugo de la violencia paterna, pero rechazó las nociones de debilidad impuestas a los omegas.

Con el tiempo, Masahiko conoció a Satoru Gojo, desatando la ira de su padre, quien preferiría verlo con una mujer que con un omega hombre. La crueldad de Ryōsuke hacia Masahiko alcanzó niveles inhumanos, hasta que finalmente este juró venganza, liberando a los omegas del clan Yamikōri y ocultando su identidad bajo el apellido de su madre.

Sin embargo, la muerte de Hana dejó a Masahiko solo en el mundo, bajo la tutela de Yoshinobu Gakuganj, quien lo envió al extranjero para estudiar y donde destacó en el fútbol. A su regreso a Tokyo, Masahiko se encontró atormentado por la pérdida de amigos y la sensación de ser perseguido por una maldición, cuestionando su papel como hechicero y el sentido de su existencia.

Pero, el destino le tenía preparada una sorpresa al reencontrarse con el peliblanco de su infancia, reconociéndolo como su omega y encontrando en él la felicidad y la sensación de pertenencia que tanto anhelaba. Con la llegada de los hermanos Fushiguro, Masahiko sintió que por primera vez tenía una familia real, y haría lo que fuera necesario para protegerla, dispuesto a enfrentar cualquier adversidad para no perderlo todo otra vez.

 Con la llegada de los hermanos Fushiguro, Masahiko sintió que por primera vez tenía una familia real, y haría lo que fuera necesario para protegerla, dispuesto a enfrentar cualquier adversidad para no perderlo todo otra vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


"Nadie se atreverá a amenazar lo que es mío. Este territorio está bajo mi protección, y no toleraré intrusos ni peligros."












Maldita sea la escuela
Consume todo mi tiempo
*/Llora*

𝗥𝗘𝗬𝗘𝗦 𝗦𝗢𝗠𝗢𝗦-𝗝𝗨𝗝𝗨𝗧𝗦𝗨 𝗞𝗔𝗜𝗦𝗘𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora