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"Cuando dos almas se encuentran en el éxtasis del amor, sus cuerpos se convierten en pincel y lienzo, creando una obra maestra de pasión y deseo en el lienzo de la noche."
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Masahiko y Satoru habían decidido pasar una tarde diferente. El sol se ocultaba en el horizonte mientras paseaban de la mano por el parque. Las hojas crujían bajo sus pies y el aire fresco de la tarde les llenaba los pulmones.
—¿Sabes qué, Hiko? Nunca he estado en tu casa. ¿Te gustaría que hoy fuera el día en que me muestres tu mundo? —preguntó Satoru con una sonrisa mientras lo miraba.
La pregunta sorprendió a Masahiko, quien no había considerado que su albino quisiera conocer su hogar, el lugar donde ahora residía después de dejar atrás su clan.
—Claro, ¿por qué no? —respondió con una sonrisa, sintiéndose emocionado por mostrarle su espacio.
Caminaron de regreso a la casa de Masahiko, ya que ese día no habían llevado la motocicleta. Cuando llegaron, Satoru quedó asombrado al descubrir que Masahiko vivía en uno de los departamentos más caros y lujosos de Tokio.
Al llegar a su piso, el albino quedó aún más sorprendido ante la elegancia del lugar.
—Vaya, no tenía idea de que fueras un millonario guapo —comentó Satoru, impresionado por el tamaño y la belleza del apartamento.
—Cuando haces misiones especiales, puedes permitirte ciertos lujos —respondió Masahiko con una sonrisa—. Ahora, ¿qué te parece si comenzamos nuestra noche?—
Después de tomar baños por separado, ambos se sentaron juntos en la sala del lugar, listos para disfrutar de su noche juntos.
—¿Qué te parece jugar al Monopoly? —sugirió el alfa, sacando el juego de la estantería.
El albino asintió, y pronto se encontraron inmersos en el mundo inmobiliario ficticio del juego. Las risas y las negociaciones eran constantes.
En medio de la partida, Hiro dejó caer su ficha en la casilla de "Bancarrota" y exclamó dramáticamente: —Oh no, Toru. ¡Me arruinaste, ahora estoy en bancarrota total!—
