De pecados y perdones...
No tengo como definir lo que presencié. El término ideal sería un milagro, de ser así. Andreis Vryzas O'hurn tendría que haber nacido muerto. Y no estoy seguro de que así fuera.
La mañana inició con nosotros en el comedor y la llamada de Ivanna a su hija. Imaginé que el motivo no era otro más que su escapada de la noche anterior y me dispuse a presenciar como sería reprendida por la mujer. Las primeras palabras me indicaron que estaba en un error.
"—¿A dónde la llevan?... Vamos hacia allá."
Su hermana Sasha iba a ser ingresada al hospital por problemas con el embarazo. Su madre indicó en medio del llanto que, desde la tarde de ayer, el niño no se sentía en su vientre. Aquello dio origen a cuestionamientos, Christine, por no acudir a la cena.
Yo también tenía los míos con mi renuencia a no ejercer y el pedido en muchas ocasiones de Christine que revisara el embarazo de su hermana. Contaba con lo que para mí eran motivos de pesos. Una familia rodeada de profesionales en distintas áreas de la medicina, con clínica privada, incluida ¿Por qué iban a necesitarme?
El viaje al hospital fue con Christine, lamentándose por no estar más al pendiente de su hermana. La llegada, aún más caótica al descubrir que no solo Alexandra estaba en labores de parto. Las novias de los amigos del griego también.
El desfile de hombres tatuados y armados causó revuelo dentro del hospital. Nos rodeamos de un ambiente Crispado, las mujeres a un lado tomadas de la mano y hombres en actitud de funeral.
La familia de mi esposa hacía gala de unión familiar en cada uno de los partos de alguno de los suyos. Esta vez no era la excepción, aunque no había motivos para festejar y el parte médico era desalentador.
A la espera de noticias y en lo que imagino era su manera de manejar el estrés, Christine me fue nombrado a cada uno de los Borch, antiguos compañeros de Vryzas. Guardé silencio escuchándola detallar el motivo por el cual todas estaban embarazadas de las mismas semanas. Era su manera de distraerse y no pensar en su hermana o en Marck quien asistía el parto.
Akim era el menor, de descendencia asiática, comprometido con una abogada con la que ya tenía un hijo de cinco años. Noah, era junto con Vryzas el único que tenía familia aparte de su mujer e hijos. Aunque, solo contaba con un abuelo que conoció hace un par de años. Su esposa era natural de Escocia, paleontóloga de profesión con un pequeño de tres años.
El único sin hijos era Nikolái y a él sí lo llegué a tratar. Evy hablaba maravillas de él y como la cuidó el tiempo en que fue contratado. Incluso le obsequió un par de cacharros hijos de su mascota. La seguridad de los terrenos Frederick fue reforzada gracias a él. Un individuo de pocas palabras, preciso en el hablar y con excelente referencias.
Faltaban por conocer, Estanislav. El más temperamental del grupo y que esperaba su primer hijo. Tosco, de pocas palabras y comportamiento peligroso. "—Es un mal tipo, no te acerques" Me aconsejó como si no supiera que mi capacidad de socializar se limitaba a ella y a mi familia.
Lo conocí al llegar de la mano de la menor de las Frederick. Saludó a todos con una leve inclinación de cabeza, dejó a su acompañante con las mujeres y se ubicó al lado de sus amigos.
"—Noah, es el mejor amigo de Angelo. Se estiman como hermanos."
Por más que busqué algo distinto a sus compañeros. Lo único que vi y que, a todas luces, sobresalía más que a los demás, en era el aire de misterio y peligro, que, a decir verdad, imperaba en los cuatro. Hay que admitir, un poco más en él.
ESTÁS LEYENDO
Monstruo
RandomEl miedo de todos los niños, es a la oscuridad, el monstruo que habita debajo de la cama o del closet. En la vida de Damián Klein había dos monstruos: uno real al que llamaba papá, otro en su interior y amenazaba con destruirlo. La oscuridad era su...