Capítulo 41

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Miedos y verdades

Bastaron un par de frases para darme cuenta, no hablaba con Damián. Compartir la duda con Igor y Paul, llegaron a la misma conclusión. Lo confirmamos al decirnos que Magda estaría en exámenes e iría con ella. No concordaba con lo enviado por la clínica en la mañana.

Todos escuchamos el reporte leído por Damián y vimos su enojo con Helena Schultz por dejar a Magda con un extraño.

Un par de llamadas a la clínica fueron suficientes para crear alarmas. Damián había firmado la autorización de los exámenes, pidió privacidad y entró a la habitación en dónde estaba el enfermo con Magda.

Marck estaba en cirugía, Vincent en un congreso y Alexis no logré contactarlo. Nos quedaba papá y la seguridad de la clínica para asegurarnos que era una falsa alarma. Deseaba creer que era una broma, aunque era consciente que Damián jamás jugaría con algo de esa naturaleza.

De no tener a Meltem huyendo, no tendría razones para temer. Ella era una realidad con la que habíamos aprendido a vivir. Si es que vivir era el término correcto a horas de desvelo y temor.

Hablé con mi padre, quien logró calmarme, finalizó la llamada con un simple "—Quédate en casa, nosotros nos encargamos." No podíamos quedarnos de brazos cruzaos esperando respuestas. Convenimos en ir a la clínica y esperar allí. Bien sea en la recepción, cafetería o en algún restaurante cercano.

La llegada coincidió con la activación de la alarma de incendio. El protocolo estaba activado, la clínica estaba cercada por la seguridad y policía. Esta última fue alertada por mi padre y en últimas quienes lograron apresar a la mujer cuando se disponía a huir en el auto de Damián.

Han pasado siete días desde entonces, pidió un abogado y desde entonces se ha negado a cooperar con las autoridades. En lo único que se puede encarcelar, por tener pruebas suficientes, es de intentar asesinar a Magda. Nada más.

Ella, por su parte, contaba con datos suficientes para destruir la vida de la chica. Fue lo que aseguró a Damián y los que lo tiene preocupado. Magda no sobrevivirá en prisión en caso de que esas declaraciones sean ciertas.

—¿Por qué arriesgarse a ingresar a esa clínica? —le preguntó a Paul que pasará vacaciones con nosotros. —tuvo en sus manos la posibilidad de largarse y no mirar atrás.

—¿Venganza? —habla Igor, su padre juega con el recipiente de café en silencio y distraído —la creyó muerta y descubrió que vivía ¿Qué piensas tú papá?

Paul suspira largo y reclina su cuerpo en el sillón. Estamos en la cafetería de la clínica. Damián y Evy están con Magda que será pasada a piso. Se espera que el día de mañana pueda declarar. Recurrimos a los oficios de David Rogers para que la representara, en caso de que esa mujer se le ocurra hablar tonterías.

—Estaría especulando y no sería ético.

—Eres bueno lanzando teorías —le anima su hijo —leíste el reporte de su psicóloga, lo encontrado por las autoridades, debes tener tus teorías.

El estado animado de Igor logra sacarle una sonrisa a su padre, al igual que yo temo que acabe mal. Magda es bastante voluble, de cambios de comportamientos bruscos y sometida a la voluntad de esa mujer.

Cualquier cosa puede pasar.

—Me basaré en lo encontrado por las autoridades y el esposo de tu hermana. —habla al fin—un matrimonio arreglado, un padre controlador, una madre abnegada.

—¿Seguimos hablando de esa mujer? —Paul afirma a su hijo que lo observa intrigado.

—Creció en un hogar islámico de costumbres anticuadas. —su hijo silva cortando un trozo de su biscocho que lanza a su boca.

MonstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora