PREDATOR LOVE - Eddie Munson +18

CHAPTER SIX.

ℝ𝕖𝕥𝕦𝕣𝕟 𝕥𝕠 ℍ𝕒𝕨𝕜𝕚𝕟𝕤
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𝟸7 𝚍𝚎 𝚖𝚊𝚛𝚣𝚘 𝟷𝟿𝟿𝟺

—Sabía que estarías aquí —me interrumpe la voz de Wayne mientras contemplo la tumba de Eddie.

—Hola Wayne —doblo la carta y la meto en el sobre para guardarla en mi bolso —. Me alegra verte de nuevo, han pasado muchos años —nos damos un abrazo por unos minutos.

—Muchos Gill, aunque no has cambiado mucho —bromea. Wayne se agacha de cuclillas frente a la tumba pasando su mano por la lápida.

—Nos cuidamos uno al otro como te lo prometí —murmura y se me dibuja una sonrisa, siento una brisa fría rodearnos, ya es el final de la tarde.

Al regresar a casa me siento feliz al ver cómo Wayne ha cuidado el jardín del frente, aun crecen margaritas, en el interior de la casa observo que ha conservado todo lo que había, incluso las fotografías familiares en las paredes.
—La cuide bien, Gill —sonríe ayudándome a entrar las maletas.

—Lo sé, gracias —se me escapa un suspiro, es como si se refrescaran mis recuerdos estando aquí.

—Ponte cómoda, me tome el atrevimiento de poner sabanas nuevas en tu cama, supongo que usaras tu habitación.

—Gracias de nuevo —no puedo dejar de sonreír, Wayne es un gran hombre.

—Prepararé la cena —avisa dándome siempre una sonrisa amable.

—Iré a darme un baño y regreso —aviso mientras subo una de mis maletas a mi antigua habitación.

Recorro los rincones, en el espejo aún permanece algunas fotografías con los chicos del club y en el Hideout. Hay una tira de cinco fotos instantáneas donde estamos Eddie y yo haciendo gestos graciosos, fuimos muy felices en muy poco tiempo. No puedo evitar que se humedezcan mis ojos.

Al lado del tocador está la guitarra favorita de Eddie, las otras también las logré rescatar de las ruinas del tráiler junto a varias pertenencias de él en cuanto pude, afortunadamente no sufrieron daños significativos, todo ha permanecido aquí desde entonces.

Quito mi ropa para entrar a la ducha. Hay muchas cosas en mi cabeza, no sé exactamente que me impulso regresar a este pueblo.

Envuelvo mi cuerpo en la toalla y enseguida enciendo mi antigua radio en una estación aleatoria, al abrir la casetera me encuentro con una cinta de Black Sabbath, sonrío como tonta, era de Eddie y mil recuerdos se hacen cada vez más claros en mi mente.

Uso algo cómodo, peino mi cabello y bajo de nuevo a cenar con Wayne.
—¿Has estado cómodo aquí? —pregunto.

—Por supuesto, aunque es una casa muy grande —se ríe —. Realmente solo he estado en esta primera planta, la habitación es cómoda y es cerca de la cocina.

—Si es enorme, creo que viviré aquí de nuevo, espero no incomodarte —bromeo.
El teléfono nos interrumpe, Es Dustin. Le conté que regresé a Hawkins, quiso asegurarse de mi presencia y dijo que vendrá en dos días.

Después de la cena regreso a la habitación, debo ordenar mis cosas. Ahorre dinero en California y tengo suficiente para algunos meses.

Al abrir el closet me encuentro con muchos recuerdos, entre ellos mi camiseta del club Hellfire, definitivamente todo esto desempolva sentimientos, la imaginen de Eddie pintándola con un cigarrillo en su boca vienen a mi mente, la dejo sobre la cama. Continúo guardando mi ropa y mis cosas.