El resto de su mañana y parte de la tarde, su mente se había llenado de preguntas que le eran difícil de responder. Y una de las más importantes estaba presente constantemente... ¿Debía de ir al club de pelea?.
Joseph lo había invitado y mágicamente también Simon, así que sospechaba de que algo tenía que ver.
Estaba más que seguro que si no iba, Ghost aparecería en su casa sin avisar y éso era peor.
¿Qué debía de hacer entonces?.
Quizás, y sólo por ésta vez, ceder y asistir a la pelea.Y ahí fue que deseo que ocurra algún inconveniente que lo forzara a no ir, pero su día básicamente fue bastante aburrido... ¿Tanta mala suerte tenía?. Efectivamente.
Y siendo las ocho de la noche se encontraba en su apartamento, terminando de perfilarse los lados de su cabeza.
Normalmente tenía la costumbre de raparse los lados, tal cual lo hacía ahora.
Una vez terminó, mientras comenzaba a vestirse fue que sintió el timbre sonar, así que fue directamente hacia dicha puerta, mirando al chico del otro lado apenas la abrió...– Pensé que vendría tu novia. – Habló, haciéndose a un lado mientras Joseph entraba en la propiedad, riendo bajo. Tras cerrar nuevamente la puerta, lo miró.
– Ella tiene noche de chicas, además, dijo que no le gustan los lugares así. – Sin si quiera preguntar fue hacia la heladera de Jhonny para verificar que tuviera cervezas. Al ver una, agarró la misma y así poder ir bebiendo algo mientras esperaba por su amigo. – Raro que aceptaras ir conmigo. Ni si quiera tuve que insistir.
– ¿Por qué lo haría?. Si él te dió las entradas, no me dejaste opciones, al igual que él. – Por un momento se lo quedó mirando, mientras apoyaba su cuerpo contra la entrada de la cocina, notando la cara de sorpresa de su amigo. – ¿Qué?. ¿Creíste que no me daría cuenta que él te dió las entradas?.
– ¡Juro que no me dió opciones, hasta me amenazó!. – Quizás estaba mintiendo y muy seguramente exagerando, pero no quería que Jhonny se enoje con él.
En completo silencio lo observó alejarse de ahí, volviendo a su habitación para terminar de arreglarse.
Le tomó unos veinte minutos, y una vez listo es que volvió a la sala, sentándose en el sofá al todavía no ser la hora de irse.– Hmh, Horangi aún no me ha dado noticias respecto a la investigación sobre Ghost. ¿Debería preocuparme o ser paciente?.
– Hmh, yo que tú espero a que él se contacte contigo. Además, seguramente no es trabajo fácil para él. Literalmente está buscando a un fantasma en un mundo de personas y de por sí eso no es sencillo. ¡Me sorprende que haya accedido a ayudarte!. – Recordando que en la espera por Jhonny había abierto la botella de cerveza, le dió un pequeño trago al mismo, para luego continuar con la conversación. – ¿Crees que éste tipo, Ghost, tenga tratos con mafiosos?.
– Ujum. Y no solamente mafiosos. Seguramente asesinos, ¡y hasta empresarios corruptos!... – Soltando un pesado suspiro al pensar con qué clase de persona peligrosa estaba tratando, apoyó su cabeza sobre el respaldo del sofá, cerrando sus ojos. – Nos metimos con el diablo y ahora seguramente nos arrastre al infierno. Bravo por nosotros. – Aquello último lo había dicho con sarcasmo, sintiéndose harto se la situación.
– Bueno, si tan sólo aquella noche no te hubieras metido con él, todo sería diferente...
– Créeme, amigo... Es lo que más lamento de todo ésto. – Murmuró, odiando demasiado aquel día. Sólo él y su estupidez pudieron hacer semejante cosa.
Por un pequeño rato más estuvieron en su apartamento hasta que les tocó la hora para irse, cosa que hicieron enseguida y así llegar a tiempo al establecimiento de peleas.