Un tiempo atrás...
Volver de Washington había sido un cambio extraño tras haber estado en ésa ciudad al rededor de casi siete meses. Infiltrado, espiando al mafioso italiano más buscado por las Fuerzas Especiales, y que a día de hoy estaba condenado a 32 años de prisión mientras no se encontrara a su hija, Tiffany Massotino.
Creyó que iba a ser muy fácil retomar su vida normal tras el fracaso de aquella misión... Pero decirlo era mentir.
¿Qué tanto había permitido que Jhonny MacTavish se meta en su corazón y se quede ahí para torturarlo?.
Desde aquel día que decidió no despedirse, lo extrañaba cada vez más, sintiéndose un estúpido... Y desagradecido con la persona que lo había comprendido y soportado sus malas actitudes.Justamente tres días después de volver a la base, había reunido valor para intentar comunicarse con él, pero no respondía ni sus llamadas ni mensajes. Tampoco respondían del restaurante o simplemente evadían contactarlo con Jhonny. Y comprendía el por qué sucedía.
En su momento, según Graves, él seguía viviendo en Washington y seguía trabajando con sus padres... Que Jhonny no haya querido hablar con él era bastante razonable a decir verdad. Pues, dejarlo por medio de una carta había sido un acto muy cobarde por su parte, y ya se hacía una idea de cómo lo había pasado Jhonny tras él marcharse.
Cada día intentó comunicarse con él, hasta que por medio de su amigo Horangi supo que Jhonny MacTavish se había ido de los Estados Unidos dos semanas luego de que él se fue.
Al parecer se habían ido a Escocia junto a sus padres, y el restaurante familiar lo habían cerrado en ésa ciudad.Simon por un tiempo había quedado sin ninguna información de Jhonny...
Hasta hace un mes, que por casualidad, escuchó a Price comentarle a Nick que iría a la base militar de Escocia para conocer a un nuevo soldado que destacaba entre los demás y que probablemente le ofrecería unirse a su equipo gracias a su talento y esfuerzo...
Un tal “Soap”.
“(...)
– Tengo un apodo para mi
– ¿A sí?. ¿Y cuál sería ése apodo que te autoadjudicaste?.
– Es Jabón. Porque, mira lo limpio que quedé.
– ¿Jabón?. ¿Soap?. Es muy original ése apodo, me gusta. (...)”
Saber que había tomado la decisión de ser parte de las Fuerzas Especiales lo había hecho muy feliz, además de recordar que el mismo Jhonny le había comentado que ése era su deseo.
Seguramente era un soldado que llenaba de orgullo a su equipo, sin dudas. Además, sabía lo humilde que es y seguramente no le había costado nada hacerse amigo del resto de sus compañeros...Aunque también, una parte de él sintió pena. Sabía que Jhonny tenía pasión por la arquitectura. El no poder trabajar de éso seguramente le apenaba al mismo Soap.
Varias veces pensó en la idea de viajar a la base militar escocesa con la excusa de buscar armas con tal de verlo entrenar al menos, y procurar que estuviese bien, pero había preferido simplemente mantenerse alejado, y que él se quedara como un recuerdo y nada más.
La crueldad de su acción al irse lo hacían pensar dos veces antes de actuar.Y justamente en sus noches de soledad así solía ver a Jhonny. Como un hermoso recuerdo de su estadía en Washington. Su voz, su hermosa sonrisa y ése hermoso color de ojos que lo hacían único.
Su forma de tratarlo había sido diferente a la del resto de personas...
Y era en esos días de soledad que se sentía estúpido por haberlo dejado. Por no haber hablado y propuesto irse juntos...