Habían quedado en encontrarse en el auto de su apartamento, justamente a las doce del mediodía.
No pudo evitar mirarlo con asco apenas él comentó en qué había ocupado su mañana.Y no. No es que le caía mal Tiffany; tampoco era la primera vez que Simon se acostaba con una mujer para alguna misión... Pero, justamente con la hija de Massotino.
Y ahí estaba el enorme problema.
Tiffany tenía una mirada y actitud adorable, y angelical. Cualquier persona que la vea dirá que es una dulzura de persona,“un ángel”, pero tanto Simon como König eran conscientes de que nada de éso era así.
Según tenían entendido, la mujer había sido problemática desde pequeña. Desde golpear y robar la merienda de sus compañeros, hasta amenazas de muerte a las chicas que no querían ser sus amigas; incluyendo golpizas a los chicos que la rechazaban en su adolescencia
Y ahora de adulta era peor.
Debajo de ésa actitud dulce se esconde una mujer sádica, capaz de torturar a los hombres que no la aman o todo aquel que no le caiga bien, a su antojo.
Era extraño que aún no le haya hecho berrinches a Simon ni que lo haya amenazado, pero sí que es una mujer de cuidado.Y para peor, su padre la defiende a capa y espada, pagando los mejores abogados en caso de problemas con la autoridad...
Y por eso el disgusto de König al saber que Simon se había acostado con ella. Ésa simple acción podría ser no solamente la perdición de Simon... Si no también de alguien como Jhonny como ella sepa que Ghost tienen interés en él.
Fue en ése momento que recordó las palabras de Gary al escuchar como le advertía a Simon que tuviera cuidado con sus acciones ya que no solamente él podría salir afectado...
– Vamos, no es la primera vez que me acuesto con una mujer en medio de una misión. No sé de qué te sorprendes. – De su bolsillo Simon sacó su caja de cigarros y un encendedor. Tras tomar uno, llevarlo a su boca y encenderlo, comenzó a fumar, no sin antes bajar la ventilla del auto, del asiento de acompañante.
– Me sorprende que hayas cambiado de opinión tan rápido. Hasta hace unas noches, el pensar acostarte con ella era una tortura para ti, y era algo que supuestamente querías evitar a toda costa. Ahora vienes y me dices ésto, no sé cómo esperas que reaccione. – Lo vió soltar un suspiro a su vez que dejaba salir el humo por su boca, rindiéndose. – ¿Tan mal te dejó MacTavish?.
Lo fulminó con la mirada apenas nombró a Jhonny. Recordar lo que le había hecho le seguía molestando y demasiado, pese a que en algún momento llegó a sentir pena por él hasta el punto de querer ofrecerle una disculpa por mostrar la cara de una moneda que no existía.
– ¿Qué tiene que ver MacTavish en ésto?.
– Dímelo tú. Usar a Tiffany para desquitarte porque no te lo pudiste follar debe ser un golpe muy bajo. – Simon sentía el sarcasmo en sus palabras. Sabía que estaba siendo burlón, y por tal razón prefirió simplemente cambiar de tema.
–... Dime, ¿para qué era que me pediste reunirnos aquí?. – Desvió su mirada un momento, intentando estar tranquilo. No solamente quería golear a König. Arrojarlo a un río también era otra opción válida en ése momento.
– ¡Oh, cierto, a lo que vinimos!. – Por un momento se quitó el cinturón de seguridad y así poder mover su cuerpo para tomar los documentos que tenía en los asientos de atrás. Tras tomarlos y volver a acomodarse, se los entregó a Simon, notando confusión en su rostro.
– ¿Y ésto es?.
– Información de la persona que iremos a ver. Alguien que accedió a tus datos y que posiblemente sepa a la perfección quién eres realmente. – Ante sus palabras, arrojó el cigarro hacía afuera, y con ambas manos es que sostuvo y abrió aquel archivo, topándose con la imagen de un asiático en la portada de los documentos. – Kim Hong-jin. Nacido en Corea del Sur, y reside en el país desde hace 17 años. Graduado en Ciencias Tecnológicas. Parece un simple ciudadano, pero, es más conocido en el mundo de los hacker como “Horangi”.