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Capítulo (30)

Abigail

- No lo hagas, mamá, te lo pido, mata a Cole, no le hagas nada a Kai ni a Kori.

Por más que le rogaba no me escuchaba, solo podía aguantar los latigazos que se estrellaban contra mi espalda, estaba siendo castigada por no cumplir con el trato que mi madre me había impuesto, pero si lo estaba cumpliendo, tenía todo planeado solo necesitaba algo más de tiempo.

Lo tenían encerrado, y a mí me llevaron a un calabozo, - Hagan lo que quieran con ella, solo tienen que dejarla viva, aún no quiero que muera.

Y con esas órdenes de mi madre, las personas que me estaban golpeando intentaron abusar de mí, lloré incesantemente para que pararan, rogaba porque todo acabará, solo escuché tres sonidos, de tres balas, los hombres que estaban tocando mi cuerpo cayeron a mi alrededor llenando su alrededor de la sangre que salía de sus cabezas.

- Vamos, A, está por matarlos a todos.

Sequé mis lagrimas y con su ayuda pide vestirme, mi cuerpo dolía como los mil demonios, apenas podía caminar, pero Arius me arrastro lo más rápido que pudo para encontrar a mi madre, había que detenerla, pero no sabíamos donde estaban, y esto estaba repleto de gente que la resguardaria por encima de sus vidas.

- Llévame a la sala tecnológica, sé quién nos puede ayudar.- le pedí, sin pensarlo dos veces me llevo lo más rápido que pudo, en cuanto llegamos, Miller se sobresaltó al verme en el estado que estaba.

- Muéstrame las cámaras de la sala en la que están mis hermanos.- ordené.

Este me miró con severidad - No vas a mirar eso.

- Pierce te estoy dando una orden.

- Mátame si quieres, no vas a mirar eso.

- Solo necesito ver en qué lugar están.- le dije casi rogándole.

- Están aquí mismo, están en el ala este puerta F5, si estás intentando salvarlos, creo que ya es demasiado tarde.

- No, no lo es- Asevere.

Quité el broche de mi cabello, presioné la pequeña esmeralda que tenía, era un GPS encriptado en el broche, - Papá, Kai está aquí.

Me giré saliendo de esa habitación, tenía que impedir que Asher cometiera el peor error de su vida, uno que lo perseguiría hasta el día de su muerte. Tenía que llegar a esa sala, para que mi padre pudiera saber con exactitud donde estaba Kai, y mi madre no me detendría.

Llegar hasta aquí no fue fácil, ya que está torre se divide en seis secciones, y todas se encuentran apartadas de las otras, me paralicé cuando estuve cerca de una de las secciones y escuché un grito desgarrador.

(...)

Todo había pasado tan rápido que parecía ser una película de terror donde yo era la espectadora viendo todas las escenas de esta misma, corrí con todas mis fuerzas para cruzar esa puerta, pero Arius me detuvo antes de poder ver quiénes se encontraban adentro, grité y luche en contra la fuerza con la que Arius me sostenía, tratando de safarme, tenía que llegar a ellos, tenía que salvarlos, - ¡Asher, no!