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Capítulo (5)

"Todo ocurre en la mente y sólo lo que allí sucede tiene una realidad"
- George Orwell

23 DE MARZO 2019
05:12 AM

Cole

Me giro lentamente para enfrentarme a la persona que se encuentra detrás de mí.

Su mirada se conecta con la mía, sus ojos indagan por respuestas, sin conseguir resultado alguno, sus ojos me hipnotizan, puedo ver la confusión clara pero no se qué decir o tal vez ni siquiera quiera decir algo, este silencio no es incómodo ni agobiante, es como si no fuera necesario en esta ocasión, lo cual me da una sensación extraña. Nuestras miradas están teniendo una conversación que nunca podríamos llegar a tener con palabras. No ella y yo.

Desvío mi mirada para recorrer su cuerpo, hasta llegar a algo que oculta una de sus delicadas manos, puedo ver claramente que es un trozo de papel, ella lo esconde rápidamente, trayéndome a la realidad, donde ella volvió a recobrar su pared, una pared inquebrantable para mí, borrando cada rastro de sentimiento alguno de esos helados y hermosos ojos.

Kai se encuentra delante de mí, esperando una explicación, pero el que necesita una explicación en estos momentos soy yo.

—¿Qué haces aquí? —Pregunto cortante.

Se da la vuelta sin querer confrontarme. —Pensé que te haría daño— susurró pensando que no lo lograría escuchar pero se equivocó.

— ¿A qué te refieres?. —pregunté confundido por lo que acaba de decir.

—N-nada —tartamudea — Sólo te seguí cuando saliste de la fiesta, tu amigo Aegan me dio las llave de tu auto y con eso te pude seguir, pero me había perdido por aquí hasta que localice está cabaña, entre aquí y te vi de espalda — habla firme, tratando de convencerme a mí o mejor dicho tratando de convencerse a si misma de sus propias palabras.

Paso por el lado izquierdo de Kai esquivando la, aún no se me olvida que estoy enojado con ella, pero... ¿Por qué estoy enojado con ella?.

Camino hasta la sala, donde sólo hay una mesa bastante grande para sentarse encima de esta, y un mueble largo pegado a la pared del lado izquierdo. El brazo de Kai trata de detenerme, pero me suelto de su agarre bruzcamente —¿Qué es lo que te sucede, Cole?.

—¿Quieres saber lo que me sucede? — añado caminando, quitando la poca distancia que había entre nosotros, ella retrocede pegando su cuerpo contra la mesa, ella me mira tratando de saber lo que intentó hacer, pongo mis manos a los lados de la mesa, quitándole cualquier salida.

Kai se estremece —Cole, detente — me advierte firme bajando la mirada, se que debo derrumbar su muro. Entierro mi cabeza en su cuello aspirando su olor, su olor es magnífico, vainilla, mis labios humedecé cada parte de su cuello — Cole —  dice mi nombre con la voz entrecortada, pone sus manos en mi pecho intentando quitarme, la presión que ejerce es débil sin conseguir éxito alguno, como si quisiera impedir convencer a su mente lo que su cuerpo le está pidiendo.

—Esto está muy mal, Cole —repite firme nuevamente recobrando su control, pongo mis manos en sus caderas pegándo su cuerpo más cerca del mío.

—No te vas a enamorar de mi Kai, así es el juego, tú placer será el mío, nadie se enterara — le respondí asegurándole, hundiendo más mi cabeza en su cuello.

Baja las manos de mi pecho dándose por vencida, su cabeza cayendo hacia a tras, devoro su cuello, dejando besos húmedos en todo este, su olor me embriaga como si con sólo eso fuera suficiente para hechizar a cualquier hombre a sus pies.