Capítulo 21

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El silencio era enorme en el lugar, nadie sabía lo que estaba pasando, los demonios estaban confundidos con la situación que presenciaban, y lo estuvieron aún más cuando las dos sombras soltaron a sus respectivos amos y cortaron la distancia entre si empezando a dar vueltas a su alrededor, parecían como dos cachorros que no se habían visto hace tiempo y que estaban listos para jugar nuevamente. Tan enfrascados estaban con las dos sombras que no se percataron de la larga mirada que los dos ciervos se estaban dando.

Ambos estaban congelados en su lugar, asimilaban lo que estaba pasando, después de todo no son idiotas, se dieron cuenta de todos los detalles, las sombras revoloteando, los anillos totalmente iguales, era claro para ambos que la persona que estaba frente a ellos era quien habían estado buscando por tanto tiempo, entonces... ¿Qué era lo que sucedía?, ¿por qué no se movían y realizaban la más conmovedora reconciliación del mundo?

La respuesta era clara en sus mentes, miedo..., culpa..., inseguridades...

Detonantes que los hacia querer salir huyendo, pero había algo más..., algo más fuerte que los mantenía quietos en su lugar

Amor

Ese amor incondicional que fue creciendo mientras más juntos se la pasaban, mientras más abrían su corazón entre sí, porque estaban seguros de que nunca se iban a traicionar, y que estén donde estén, mientras estén juntos, todo estaría bien, pues su unión era su hogar, el lugar donde siempre se sentirían seguros seria en los brazos del otro.

Tanto que pensar, tanto que decir, solo se necesitaba de un movimiento, aunque sea un solo paso para despertarlos y hacer que se muevan.

_¡nana!_

_¡señorita (t/n)!

Un paso no fue, pero caer al suelo también sirve.

(t/n) tenía tantos sentimientos en ella, quería correr, quería echarse a llorar, quería gritar de alegría, tantas emociones que causaron que le fallaran las piernas y vaya directo al suelo, o al menos eso esperaba ella antes de que unos brazos vestidos de rojo la recibieran en vez del frio suelo.

Alastor se encontraba como la castaña o peor, estaba en shock, tenía unas inmensas ganas de llorar, estaba rebosante de esperanza y felicidad, pero tenía miedo, miedo de que la otra no quisiera estar con él, eso era lo único que lo mantenía estático, o fue así hasta que vio como (t/n) dejaba de sostenerse a sí misma, al menos eso hizo que dejara sus dudas atrás y fuera al rescate de su querida amiga, atrapándola antes de que su torso toque el suelo y llevándola al sillón más cercano siendo seguido por una preocupada araña y las dos chicas, los cuales cuando se le acercaron de más queriendo ver a la castaña fueron amenazados con su estática de radio.

Los demonios estaban confundidos, ¿Alastor conocía a la nana de Ángel?, ¿Por qué la protegía tanto?, no sabían que pasaba y tampoco podían acercarse a descubrirlo sin que les amenazaran de muerte, por lo que solo se quedaron observando como el temido demonio de la radio asentaba con tanto cuidado el cuerpo de la demonio del show en el sillón y se sentaba a un lado tratando de despertarla.

Cuando (t/n) volvió a abrir los ojos lo primero que vio fue a Alastor frente a ella, el cual viendo que se despertó planeaba darle su espacio, pero eso fue impedido por la castaña quien lo atrapo en un asfixiante, pero cálido abrazo, tal y como los recordaba, en ese tiempo usualmente pediría aire, pero era algo que había anhelado por tanto tiempo que no dudo en regresarlo de la misma manera tratando de no dejar escapar aun que sea una lágrima, después de todo aún tenían público, público el cual parecía apunto de desmallarse.

Cuando (t/n) volvió a abrir los ojos lo primero que vio fue a Alastor frente a ella, el cual viendo que se despertó planeaba darle su espacio, pero eso fue impedido por la castaña quien lo atrapo en un asfixiante, pero cálido abrazo, tal y como lo...

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La mejor amiga de alastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora